Se ha escrito que esta epístola, salvo algunos pasajes sueltos, no es excesivamente predicada. Realmente, es una carta especial, la más personal de Pablo, en que sus sentimientos se expresan en varios lugares de la epístola de manera apasionada.
En la salutación, (vv.1-2) Pablo se presenta como apóstol de Jesucristo, no en el sentido general de enviado, sino en el restringido que tenían los doce que constituían el fundamento de la iglesia. Reivindica toda su autoridad apostólica. La epístola está dirigida en primer lugar a la iglesia de Dios que está en Corinto,
Entre los valores que el cristiano debe tener, hay uno que es sumamente importante: la integridad de su conducta, especialmente cuando empeña su palabra o simplemente cuando se compromete en hacer algo, debe cumplir con su responsabilidad.
En el pasaje anterior, Pablo explica los motivos de no haber visitado la iglesia como les había prometido. Se hubiera encontrado con una situación desagradable y probablemente se habrían abierto heridas de complicada recuperación.
En los versículos precedentes el apóstol se refiere a la dura carta que les había enviado y los efectos que produjo sobre el hermano que le había injuriado. Después del castigo a dicho hermano, debían restaurarle perdonándole con amor, como él le había perdonado.
En la porción anterior a este texto, Pablo de manera exultante da gracias a Dios por el triunfo en Cristo, a la manera de las procesiones victoriosas de los romanos, por el testimonio del evangelio en todo lugar. Al mismo tiempo, se defiende de la acusación de predicar el evangelio
Después de referirse a la competencia del ministerio del nuevo pacto, el apóstol pasa a exponer la diferencia entre este y el antiguo, tomando como base para su argumento uno de los episodios más solemnes de la vida de Moisés. Habiendo pasado este, cuarenta días con sus respectivas noches
Aunque hemos pasado de un capítulo a otro, sigue el argumento sobre el nuevo pacto y de manera especial está pensando en la distinción entre el ministerio de la letra y el ministerio del espíritu. El primero es perecedero mientras que el segundo es eterno (v.11). Si olvidamos eso, la frase el Señor es el Espíritu (v.17),
Este pasaje es extraordinariamente rico en contenido y una continuación lógica de los principios expuestos por el Señor en los versículos precedentes.
La conjunción adversativa pero con que empieza esta porción tiene su importancia al señalar el contraste que hay entre las gloriosas prerrogativas del ministerio cristiano del nuevo pacto, que el apóstol ha estado exponiendo en el capítulo anterior, con la debilidad y pequeñez del siervo de Dios.
De manera lógica este texto sigue el argumento acerca del ministerio glorioso del nuevo pacto que Dios ha puesto en manos de débiles seres humanos, un tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios.
En los versículos que preceden a esta porción, Pablo ha expresado el deseo de ser revestidos de la habitación celestial o lo que es lo mismo estar con el Señor. Pero el apóstol no deja de lado el presente, porque si Dios nos tiene en este mundo es con unos objetivos.
En la porción anterior, Pablo ha enfatizado la importancia del servicio o ministerio, ya que según lo que hayamos hecho vamos a obtener el galardón cuando comparezcamos ante el tribunal de Cristo. Esta puede ser una motivación para obrar en la iglesia, pero no es la única,
Pablo, ha tratado sobre el ministerio de reconciliación encargado por Dios a él y a Timoteo y, por extensión a todos los creyentes para actuar como embajadores en nombre de Cristo, de manera que sigue el argumento enlazándolo con un así pues, que también podríamos decir “en consecuencia” somos colaboradores del Señor.
En la exposición anterior consideramos la colaboración con Dios, tener un ministerio incorruptible y sufrido, y los recursos que Dios nos dado para ejercer el ministerio cristiano. En esta porción Pablo sigue tratando aspectos del dicho servicio, de su relación con la iglesia y sobre la santidad práctica.
El apóstol reanuda su argumentación que había dejado en 6:13 después de introducir un paréntesis sobre el yugo desigual entre creyentes e incrédulos. El asunto que había tratado en los primeros capítulos acerca de su ministerio y la defensa de su honestidad como siervo de Dios,
En este capítulo y en el siguiente, Pablo menciona la ofrenda que estaba recogiendo para los santos de Jerusalén que se hallaban en una situación de penuria. En Corinto habían empezado a recoger una ofrenda, pero el proyecto se desarrollaba lentamente (v.10). No parece que su generosidad fuese uno de sus rasgos más sobresalientes (11:8-9).
En la primera parte del capítulo, Pablo retoma el asunto de la ofrenda para los santos (1 Co. 16:1-4) que debían recoger para ayudar a sus hermanos judeo-cristianos de la iglesia de Jerusalén debido a la situación de penuria que estaban atravesando. Este fue el motivo por el que Pablo puso en marcha,
Aunque la forma de división de la Biblia nos sitúa en un nuevo capítulo, sin embargo, el tema sigue siendo el mismo que el del capítulo precedente: la ofrenda para los creyentes pobres de Jerusalén, llamada aquí ministración, un término que en el original es diakonías que significa
Sigue el apóstol avanzando en la conclusión de los principios que deben mover a los creyentes a ser generosos en dar para bendición de los que reciben los dones. Continúa estando presente el pensamiento expresado con anterioridad, de la ley de la siembra y la siega, así como la gracia de la generosidad de dar voluntariamente con alegría
A partir de este capítulo y hasta el final de la carta, el apóstol se dirige a los adversarios que le acusaban y que afectaba su ministerio. Podían ser los falsos maestros que intentaban debilitar su influencia para establecer la de ellos o también algunos miembros de la iglesia
Pablo, se ha referido varias veces en esta carta a su ministerio apostólico, pero hasta aquí había preferido no hacer valer su autoridad, aunque la asocia con su compañero Timoteo que es el otro firmante de la epístola. Pero ahora, sus palabras se vuelven más duras y es entonces cuando echa mano de la autoridad recibida de Cristo, no de ningún hombre.
La exposición anterior trataba del menosprecio de la autoridad apostólica de Pablo por algunos de la iglesia de Corinto. Este capítulo sigue el argumento, no pasa a otra cosa, pues en el trasfondo está el conflicto con los perturbadores y la tolerancia del resto. El apóstol se muestra contrariado porque sus hermanos habían sido seducidos
Aunque este texto no trate específicamente del sostenimiento de los ministros del evangelio, sí que se menciona con relación a Pablo y se puede trasladar como aplicación para todos los tiempos. Este es un tema candente, pues siempre ha tenido defensores y detractores, como había en Corinto
En el texto inmediatamente anterior, el apóstol ha puesto al descubierto las prácticas de los falsos maestros que solo pretendían engañar a la iglesia y para lograrlo habían menospreciado el ministerio de Pablo, el cual tiene que defenderse acerca de la labor que había realizado fundando la iglesia de Corinto,
Continuamos con las exposiciones de esta epístola en su tramo final que sigue con el asunto de gloriarse y ampliar lo que dijo en (11:30). Y empieza este pasaje diciendo que ciertamente no me conviene gloriarme (v.1). Pero, por otro lado, es cierto que se ha visto obligado por la actitud de sus calumniadores
Pablo había tenido una extraordinaria experiencia cuando fue arrebatado al tercer cielo y para que no se exaltase desmedidamente, le fue dada por el Señor una angustiosa prueba, un aguijón en la carne, de manera que si de algo pudiera jactarse sería en su debilidad. Había aprendido que por amor a Cristo se gozaba en sus debilidades
Pablo ha expuesto con toda claridad quiénes son auténticos apóstoles, que no dejan lugar a dudas en cuanto a las credenciales que deben reunir y que en su caso fueron conocidas por la congregación. Después de anunciar su tercera visita a Corinto continúa tratando aspectos que se relacionan con dicha visita, preparando el terreno ante la posibilidad
Pablo había anunciado su tercera visita a Corinto y no la hará en debilidad, sino que no piensa ser indulgente con los falsos acusadores que atacan su ministerio y sobre todo a los que pretendían que debía demostrar su autoridad apostólica. En cambio aceptaban la autoridad de los falsos apóstoles que fueron reconocidos por la congregación.
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Introducción
Se ha escrito que esta epístola, salvo algunos pasajes sueltos, no es excesivamente predicada. Realmente, es una carta especial, la más personal de Pablo, en que sus sentimientos se expresan en varios lugares de la epístola de manera apasionada.El Dios de toda consolación
En la salutación, (vv.1-2) Pablo se presenta como apóstol de Jesucristo, no en el sentido general de enviado, sino en el restringido que tenían los doce que constituían el fundamento de la iglesia. Reivindica toda su autoridad apostólica. La epístola está dirigida en primer lugar a la iglesia de Dios que está en Corinto,La integridad del creyente
Entre los valores que el cristiano debe tener, hay uno que es sumamente importante: la integridad de su conducta, especialmente cuando empeña su palabra o simplemente cuando se compromete en hacer algo, debe cumplir con su responsabilidad.Autoridad y sensibilidad
En el pasaje anterior, Pablo explica los motivos de no haber visitado la iglesia como les había prometido. Se hubiera encontrado con una situación desagradable y probablemente se habrían abierto heridas de complicada recuperación.Ansiedad y triunfo en Cristo
En los versículos precedentes el apóstol se refiere a la dura carta que les había enviado y los efectos que produjo sobre el hermano que le había injuriado. Después del castigo a dicho hermano, debían restaurarle perdonándole con amor, como él le había perdonado.Ministros competentes del nuevo pacto
En la porción anterior a este texto, Pablo de manera exultante da gracias a Dios por el triunfo en Cristo, a la manera de las procesiones victoriosas de los romanos, por el testimonio del evangelio en todo lugar. Al mismo tiempo, se defiende de la acusación de predicar el evangelioLa gloria superior del nuevo pacto
Después de referirse a la competencia del ministerio del nuevo pacto, el apóstol pasa a exponer la diferencia entre este y el antiguo, tomando como base para su argumento uno de los episodios más solemnes de la vida de Moisés. Habiendo pasado este, cuarenta días con sus respectivas nochesTransformados a semejanza del Señor
Aunque hemos pasado de un capítulo a otro, sigue el argumento sobre el nuevo pacto y de manera especial está pensando en la distinción entre el ministerio de la letra y el ministerio del espíritu. El primero es perecedero mientras que el segundo es eterno (v.11). Si olvidamos eso, la frase el Señor es el Espíritu (v.17), Este pasaje es extraordinariamente rico en contenido y una continuación lógica de los principios expuestos por el Señor en los versículos precedentes.El ministerio en vasos de barro
La conjunción adversativa pero con que empieza esta porción tiene su importancia al señalar el contraste que hay entre las gloriosas prerrogativas del ministerio cristiano del nuevo pacto, que el apóstol ha estado exponiendo en el capítulo anterior, con la debilidad y pequeñez del siervo de Dios.A la espera de una vida mejor
De manera lógica este texto sigue el argumento acerca del ministerio glorioso del nuevo pacto que Dios ha puesto en manos de débiles seres humanos, un tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios.Comparecer ante el tribunal de Cristo
En los versículos que preceden a esta porción, Pablo ha expresado el deseo de ser revestidos de la habitación celestial o lo que es lo mismo estar con el Señor. Pero el apóstol no deja de lado el presente, porque si Dios nos tiene en este mundo es con unos objetivos.El ministerio de la reconciliación
En la porción anterior, Pablo ha enfatizado la importancia del servicio o ministerio, ya que según lo que hayamos hecho vamos a obtener el galardón cuando comparezcamos ante el tribunal de Cristo. Esta puede ser una motivación para obrar en la iglesia, pero no es la única,Implicaciones del ministerio cristiano I
Pablo, ha tratado sobre el ministerio de reconciliación encargado por Dios a él y a Timoteo y, por extensión a todos los creyentes para actuar como embajadores en nombre de Cristo, de manera que sigue el argumento enlazándolo con un así pues, que también podríamos decir “en consecuencia” somos colaboradores del Señor.Implicaciones del ministerio cristiano II
En la exposición anterior consideramos la colaboración con Dios, tener un ministerio incorruptible y sufrido, y los recursos que Dios nos dado para ejercer el ministerio cristiano. En esta porción Pablo sigue tratando aspectos del dicho servicio, de su relación con la iglesia y sobre la santidad práctica.Gozo y consolación de Pablo
El apóstol reanuda su argumentación que había dejado en 6:13 después de introducir un paréntesis sobre el yugo desigual entre creyentes e incrédulos. El asunto que había tratado en los primeros capítulos acerca de su ministerio y la defensa de su honestidad como siervo de Dios,Las ofrendas del cristiano
En este capítulo y en el siguiente, Pablo menciona la ofrenda que estaba recogiendo para los santos de Jerusalén que se hallaban en una situación de penuria. En Corinto habían empezado a recoger una ofrenda, pero el proyecto se desarrollaba lentamente (v.10). No parece que su generosidad fuese uno de sus rasgos más sobresalientes (11:8-9).La transparencia en las ofrendas
En la primera parte del capítulo, Pablo retoma el asunto de la ofrenda para los santos (1 Co. 16:1-4) que debían recoger para ayudar a sus hermanos judeo-cristianos de la iglesia de Jerusalén debido a la situación de penuria que estaban atravesando. Este fue el motivo por el que Pablo puso en marcha,La ayuda para los santos
Aunque la forma de división de la Biblia nos sitúa en un nuevo capítulo, sin embargo, el tema sigue siendo el mismo que el del capítulo precedente: la ofrenda para los creyentes pobres de Jerusalén, llamada aquí ministración, un término que en el original es diakonías que significaEl gran poder de Dios
Sigue el apóstol avanzando en la conclusión de los principios que deben mover a los creyentes a ser generosos en dar para bendición de los que reciben los dones. Continúa estando presente el pensamiento expresado con anterioridad, de la ley de la siembra y la siega, así como la gracia de la generosidad de dar voluntariamente con alegríaOsadía contra los acusadores
A partir de este capítulo y hasta el final de la carta, el apóstol se dirige a los adversarios que le acusaban y que afectaba su ministerio. Podían ser los falsos maestros que intentaban debilitar su influencia para establecer la de ellos o también algunos miembros de la iglesiaLa autoridad del ministro de Cristo
Pablo, se ha referido varias veces en esta carta a su ministerio apostólico, pero hasta aquí había preferido no hacer valer su autoridad, aunque la asocia con su compañero Timoteo que es el otro firmante de la epístola. Pero ahora, sus palabras se vuelven más duras y es entonces cuando echa mano de la autoridad recibida de Cristo, no de ningún hombre.Predicar el verdadero evangelio
La exposición anterior trataba del menosprecio de la autoridad apostólica de Pablo por algunos de la iglesia de Corinto. Este capítulo sigue el argumento, no pasa a otra cosa, pues en el trasfondo está el conflicto con los perturbadores y la tolerancia del resto. El apóstol se muestra contrariado porque sus hermanos habían sido seducidosEl sostenimiento de los ministros del evangelio
Aunque este texto no trate específicamente del sostenimiento de los ministros del evangelio, sí que se menciona con relación a Pablo y se puede trasladar como aplicación para todos los tiempos. Este es un tema candente, pues siempre ha tenido defensores y detractores, como había en CorintoUn ministerio lleno de sufrimientos
En el texto inmediatamente anterior, el apóstol ha puesto al descubierto las prácticas de los falsos maestros que solo pretendían engañar a la iglesia y para lograrlo habían menospreciado el ministerio de Pablo, el cual tiene que defenderse acerca de la labor que había realizado fundando la iglesia de Corinto,Dos experiencias excepcionales
Continuamos con las exposiciones de esta epístola en su tramo final que sigue con el asunto de gloriarse y ampliar lo que dijo en (11:30). Y empieza este pasaje diciendo que ciertamente no me conviene gloriarme (v.1). Pero, por otro lado, es cierto que se ha visto obligado por la actitud de sus calumniadoresVindicación del apostolado
Pablo había tenido una extraordinaria experiencia cuando fue arrebatado al tercer cielo y para que no se exaltase desmedidamente, le fue dada por el Señor una angustiosa prueba, un aguijón en la carne, de manera que si de algo pudiera jactarse sería en su debilidad. Había aprendido que por amor a Cristo se gozaba en sus debilidadesPlanes para la tercera visita a Corinto
Pablo ha expuesto con toda claridad quiénes son auténticos apóstoles, que no dejan lugar a dudas en cuanto a las credenciales que deben reunir y que en su caso fueron conocidas por la congregación. Después de anunciar su tercera visita a Corinto continúa tratando aspectos que se relacionan con dicha visita, preparando el terreno ante la posibilidadExhortaciones al perfeccionamiento
Pablo había anunciado su tercera visita a Corinto y no la hará en debilidad, sino que no piensa ser indulgente con los falsos acusadores que atacan su ministerio y sobre todo a los que pretendían que debía demostrar su autoridad apostólica. En cambio aceptaban la autoridad de los falsos apóstoles que fueron reconocidos por la congregación.