Sermones sobre la 2ª carta a los Corintios

Planes para la tercera visita a Corinto

Pedro Puigvert

 

increase font sizedecrease font size

 Print Friendly and PDF


Planes para la tercera visita a Corinto 2ª Co. 12:20-13:4

Pablo ha expuesto con toda claridad quiénes son auténticos apóstoles, que no dejan lugar a dudas en cuanto a las credenciales que deben reunir y que en su caso fueron conocidas por la congregación. Después de anunciar su tercera visita a Corinto continúa tratando aspectos que se relacionan con dicha visita, preparando el terreno ante la posibilidad de que haya una confrontación, no solo con sus acusadores, sino también con la iglesia, porque hace referencia a un asunto que debe resolverse en presencia de testigos: (Toda disputa deberá resolverse conforme al testimonio de dos o tres testigos BLP).

    1. Temor de Pablo por la conducta de los corintios (vv.20-21)
    Como se menciona más arriba (v.18), Pablo había enviado a Tito a Corinto para resolver algunos asuntos antes de su visita. Tito era un fiel colaborador al que el apóstol encomendaba la resolución de problemas que surgían en las iglesias. Cuando regresó, parece que le trajo buenas noticias, pero por lo que dicen estos vv., no las tenía todas consigo, porque temía no encontrarles como sería su deseo. Además, en este caso, ellos van a conocer a un Pablo que no será como les gustaría que fuera.
      1.1. Una conducta con consecuencias graves (v.20b). En primer lugar se mencionan los pecados que provocan la ruptura de la comunión fraternal: contiendas envidias, iras y divisiones, sobre los cuales ya les había amonestado en la primera carta (1 Co. 1:10-12). El término contiendas, significa aquí, porque hay siete palabras que se traducen así y no todas tienen el mismo sentido, riñas y es una expresión de enemistad que también incluye pendencias y pleitos. Cuando hay en la iglesia este pecado, que afecta por lo menos a dos hermanos debe ser cortado de raíz porque es perjudicial. Las envidias, cuyo significado en el original denota ser celoso, o movido a celos, es un pecado muy grave porque surge fácilmente, quizás por una tontería, pero causa muchos problemas en la congregación. Incluso puede haber celos entre ministros del evangelio porque uno cree que otro ocupa un lugar superior. Las iras, literalmente, enojos significa estar muy encolerizado, con furor. De las tres palabras que Pablo podía usar, escogió la que expresa una explosión de ira debido a la indignación interna más duradera. De las 18 veces que se halla en el NT, diez están en Apocalipsis de las que siete expresan la ira de Dios que es una manifestación de su justicia. Este tipo de enojo es peligroso porque puede derivar en la venganza. La cuarta es divisiones, que expresa rivalidades movidas por la ambición que conducen a la formación de partidos y por ende a las divisiones. Este ha sido el fin de algunas iglesias que han desaparecido.
      1.2. Los pecados de la lengua (v.20c). De los pecados que rompen la comunión pasamos a aquellos que ofenden al prójimo: maledicencias, murmuraciones, soberbias y desórdenes. Estos pecados eran los que cometían los adversarios judaizantes contra Pablo, de manera que les haría frente sin tapujos. Las maledicencias son las calumnias, las difamaciones y los engaños, que en el caso de Pablo eran las que cometían sus detractores. Cuando alguien incurre en este pecado en la iglesia, es necesario disciplinarlo. Las murmuraciones, en general se refiere a decir algo en un tono más bajo, pero Pablo usa un sinónimo que expresa calumniar entre dientes, relacionado con las maledicencias. Si estas son dichas en público, las murmuraciones se dicen en secreto, pero en ambos casos son pecados perversos. Las soberbias o arrogancias, denota un hinchamiento, envanecerse, con relación a los adversarios de Pablo que se creían superiores. En último lugar, los desórdenes, es un término muy amplio que incluye todo lo que se sale del marco de la palabra de Dios, que se relaciona con la insurrección o los disturbios, provocados por los judaizantes.
      1.3. Reincidencia en los mismos pecados (v.21). Pablo ha descrito una situación que si se la encuentra cuando llegue a Corinto sería para él algo humillante y que le haría derramar lágrimas por aquellos que han reincidido en el pecado en lugar de arrepentirse. Los pecados que menciona son sexuales: inmundicia, que primariamente tenía un sentido ceremonial con relación a los animales, pero que aquí su sentido es moral y sugiere el hecho de que la sensualidad y las falsas doctrinas muchas veces están asociadas. En el contexto de la iglesia de Corinto el apóstol se refiere a la relajación sexual. Luego, está la fornicación, es decir, las relaciones sexuales fuera del matrimonio, término que en el original griego es porneia y de ahí deriva nuestra palabra pornografía, que tanto se ha extendido en nuestros días por internet y es una plaga la infantil en la que están atrapadas personas que pasan por ser respetables en la sociedad. Además se habían solazado en la lascivia, es decir, en una vida de lujuria y libertinaje en diversas formas que manifestaban una gran degradación sexual. La ciudad de Corinto era famosa por los excesos sexuales y de todo tipo. Pablo había condenado la conducta de un incestuoso (1 Co.5:1-2) y ahora actuaría también de manera contundente con los que pecaban de esta forma.

    2. Su actuación cuando llegue a Corinto (13:1-4)
      2.1. No será indulgente (vv.1-2). Cuando les visite, está resuelto a decidir todos los asuntos en presencia de dos o tres testigos. Ya fuera la actividad de los difamadores o de aquellos intrusos que le menospreciaban o de los pecados de inmoralidad de algunos, todo iba a ventilarse en presencia de testigos. Quizás no abriría un juicio formal como los de su época, pero sí habría un procedimiento en que tendrían que examinarse los motivos de los que le acusaban sin razón alguna y de las desviaciones que se habían dado. Y no habría indulgencia para los que cometieron estas faltas, pues él intervendría para condenar a sus adversarios y a los inmorales. No olvidemos que a su autoridad apostólica se unía el hecho de haber sido el fundador de la iglesia.
      2.2. La evidencia de su autoridad (vv.3-4). Los corintios buscaban una prueba de que Pablo era un genuino ministro de Cristo. Unas líneas más arriba ya había probado su apostolicidad con las credenciales de apóstol. Ahora, por causa de los que le contradecían, les mostrará que habla Cristo en él. La evidencia sería ahora la de un poder irresistible. ¿Sería el poder de un gran discurso o de un castigo ejemplar como sucedió con Elimas (Hch. 13:11) cuando invocó al Señor y el mago quedó ciego? No lo sabemos, pero su firmeza y resolución, quizás lograron el arrepentimiento de la iglesia. No debían engañarse viendo su debilidad, pues era su fortaleza. Y el ejemplo estaba en Cristo, el cual fue crucificado en debilidad, pero resucitado vive en el poder de Dios. Así también, (nosotros, Timoteo y él) eran débiles en Cristo, pero vivirán con él por el poder de Dios para con los corintios. Y estos no podrían hacer frente a este poder.
Conclusión La tercera visita de Pablo a Corinto, conllevaría la resolución no solo de los ataques que había recibido, sino también la corrección de unos pecados que afectaban la vida de la iglesia. Hoy también se necesitan siervos de Dios con poder que defiendan la doctrina y la conducta bíblicas ante la degradación moral de la sociedad que también afecta a la iglesia y debemos estar vigilantes.

 


VISITE ESTAS SECCIONES

BALUARTE

El boletín de la iglesia con artículos, noticias, poesía y las actividades previstas es el período correspondiente. Su publicación es bimestral y se puede descargar

VERDAD VIVA

El suplemento bimestral evangelístico de Baluarte que aporta un mensaje de esperanza para aquellos que aún no han recibido a Cristo como Señor y Salvador.

MENSAJES DOMINICALES

La Palabra de Dios que cada domingo por la mañana se ofrece por diferentes predicadores desde el púlpito de la iglesia, aquí en formato de audio.