Después de referirse a la competencia del ministerio del nuevo pacto, el apóstol pasa a exponer la diferencia entre este y el antiguo, tomando como base para su argumento uno de los episodios más solemnes de la vida de Moisés. Habiendo pasado este, cuarenta días con sus respectivas noches en el monte Horeb, en comunión íntima con Dios, su rostro resplandecía con gloria celestial, un pálido reflejo de la gloria que sus ojos habían contemplado (Éx. 34:29-35). Pero esta luminosidad era pasajera. El apóstol observa en esa gloria pasajera un símbolo del ministerio de Moisés. Era un ministerio de muerte, grabado en letras en piedras, una alusión a las tablas de la ley. Aunque la ley sea justa, santa y buena (Ro. 7:12), sus efectos eran mortales debido a la incapacidad del ser humano para cumplirla. Sin embargo, era un ministerio glorioso, de tal manera que los israelitas no podían contemplar esa gloria que resplandecía en el rostro de Moisés (v.7).

1. La gloria superior del ministerio del Espíritu (vv. 8-9)
1.1.¿En qué consistía este ministerio? (v.8). Aquel episodio de la historia de Israel, ponía al descubierto que no carecía de gloria, de manera que los hijos de Israel no podían fijar la mirada en el rostro de Moisés a causa de su intenso brillo. De ahí se desprende para Pablo que si un pacto que había de resultar condenatorio tuvo unas manifestaciones tan gloriosas, todavía era superior el anuncio del nuevo pacto por tratarse del ministerio del Espíritu (debería ir con mayúscula en (RVR60). El ministerio del Espíritu Santo consiste en la regeneración de los que están muertos en sus pecados para que puedan responder a la oferta del evangelio y creer en Cristo para ser salvos.
1.2. El ministerio de justificación (v.9). Es la segunda comparación. Si por una parte el ministerio de condenación corresponde al de muerte, porque el modo de matar de la ley es por la condenación del que la ha transgredido y todos lo hemos hecho porque nadie es capaz de obedecer plenamente la ley, por otro lado, el ministerio de justicia o justificación se trata de la doctrina que enseña que los que se reconocen pecadores y depositan su fe en Cristo son declarados justos y liberados de la condenación eterna. De ahí que la gloria sea más abundante que en el anterior. ¡Qué privilegio tenemos ahora los que estamos en Cristo!

2. Las diferencias entre el antiguo y el nuevo pacto (vv.10-12)
2.1. La gloria inferior del antiguo pacto (v.10). Es la tercera comparación. Lo que fue glorioso, ya no lo es comparado con la gloria del nuevo pacto. El pacto de Dios con Moisés fue temporal, pues estaba destinado a desaparecer (He. 8:13). Pero a pesar de su eventualidad fue glorioso, aunque esta gloria desapareció con respecto al nuevo pacto por comparación con la gloria más eminente o que sobrepasó al antiguo. Es decir, la gloria del ministerio de justificación, como lo ha ilustrado un autor: “el brillo de la luna desaparece ante la luz del sol”.
2.2. El tiempo de duración (v. 11). La cuarta comparación. El contraste es evidente. El pacto antiguo que Dios hizo con Moisés, fue perecedero, el nuevo en Cristo es permanente. La gloria del primero fue efímera, pues pasa y perece. En cambio la gloria que es permanente durará eternamente. Pablo se está refiriendo aquí al ministerio glorioso del evangelio del nuevo pacto que es la palabra final y definitiva de Dios. Al reducir de esta manera a su justo valor el pacto de la ley mosaica, el apóstol tenía la intención de salir al paso de los maestros judaizantes que se le oponían en Corinto y también en otros lados cuando él predicaba el evangelio de la gracia de Dios en Cristo, mientras aquellos imponían el cumplimiento de la ley para tener la salvación. Independientemente de esto, en estos versículos, vemos una enseñanza de gran importancia, por cuanto expone la verdadera naturaleza de ambos pactos y eso es algo que debemos conocer en toda su extensión y profundidad.
2.3. Los resultados del nuevo pacto (v.12). De la gloria del pacto eterno, surge la esperanza cristiana y de esta la franqueza. El significado de esta palabra en el original es mucho más profundo que el de una franqueza entre compadres. Se trata de la confianza al hablar, es decir, de la libertad de palabra, de la firmeza y la entereza, de hablar sin ambigüedades, con llaneza, abiertamente y claramente. Es también, la ausencia de temor al hablarsin tapujos y de ahí la confianza. Lo que Pablo les dice a los corintios es que él no tenía necesidad de cumplir su ministerio apocadamente, con miedo, cuidando las palabras para no ofender a sus opositores. Estos no podrían silenciar su voz ni paralizar la extraordinaria obra que estaba haciendo extendiendo el evangelio en todas partes, pues estaba cumpliendo el ministerio al que había sido llamado.

3. La gloria transitoria del antiguo pacto (vv.13-16)
3.1. Una gloria que debía ser abolida (v.13). Vuelve el apóstol a mencionar a Moisés con referencia a un hecho que ya había citado (v.7) para obtener nuevas aplicaciones sobre ambos pactos con la superioridad del ministerio del evangelio. Resalta el velo con el que el caudillo israelita se cubría el rostro después de hablar al pueblo (Éx. 34:33) con la finalidad de ocultar el resplandor en aquello que había de ser abolido. La gloria que se percibía en el rostro de Moisés era la consecuencia de su comunión con Dios. Sin embargo, pasado un tiempo la gloria se desvanecía, por lo que Moisés se ponía un velo sobre su rostro para evitar la decepción que podía causar en los israelitas cuando la luminosidad desaparecía.
3.2. La ceguera espiritual de los israelitas (vv.14-16). Del episodio del cubrimiento del rostro de Moisés con un velo, extrae el apóstol unas lecciones espirituales, siendo la primera de ellas el entendimiento embotado, o sea, insensible, porque cuando leen el antiguo pacto es como si un velo estuviese puesto en su mente para no percatarse de sus enseñanzas que apuntaban a Cristo, tal como enseñó el Señor a los dos discípulos que iban a Emaús. Este encubrimiento subsiste cuando los escritos de Moisés son leídos en la sinagoga y de manera personal. El velo solo es quitado cuando se entregan a Cristo en la experiencia de la conversión. Esaanomalía de la ceguera espiritual ante la gloria del nuevo pacto era la habitual entre la mayoría de los judíos del tiempo de Pablo, pero tanto él como otros muchos que recibieron el mensaje del evangelio evidenciaban que al convertirse a Cristo el velo les era quitado.

Conclusión También en la actualidad, tanto los judíos como los no judíos, cuando colocan por delante sus prejuicios, intereses, conveniencias sociales a la verdad del evangelio, tienen su mente embotada. Solo entregándose a Cristo reconociéndolo como su Señor y salvador, les será quitado el velo. También hay enseñanza para la iglesia, porque todo intento de colocar al pueblo de Dios bajo la esclavitud de la ley, o sea, el legalismo,es una manera de ir contra la verdad del evangelio. El velo en el corazón puede ser resucitado con estas actitudes y perder de vista la gloria.