Sermones sobre la 2 carta a los Corintios

Ansiedad y triunfo en Cristo

Pedro Puigvert

 

increase font sizedecrease font size

 Print Friendly and PDF


Ansiedad y triunfo en Cristo/ 2 Co. 2:12-17
En los versículos precedentes el apóstol se refiere a la dura carta que les había enviado y los efectos que produjo sobre el hermano que le había injuriado. Después del castigo a dicho hermano, debían restaurarle perdonándole con amor, como él le había perdonado. Lo que sigue, no guarda relación con el tema que trataba, ya que el apóstol en esta carta no desarrolla su pensamiento de manera estructurada, sino que en ocasiones, de forma inesperada pasa a otro asunto sin relación directa con lo que estaba escribiendo para mencionar algo que le viene a la mente en aquel momento. Concretamente, aquí vuelve hacia atrás para retomar la secuencia de sus experiencias que había empezado a mencionar sobre sus tribulaciones en Asia (1:8-10).
    1. Estado de ansiedad de Pablo en Troas (vv.12-13) Después de haber escrito la carta perdida y tomado la decisión de no regresar de momento a Corinto, se dirigió a Troas, que era la ciudad principal y puerto marí-timo del noroeste de Asia Menor, en la costa de Misia en la provincia romana de Asia y un poco al sur de la antigua Troya. El recorrido se podía hacer a pie siguiendo la costa o en barco en línea recta. En este lugar, había iniciado su segundo viaje misionero, cuando recibió la visión de un joven macedonio que le rogaba que pasara a Europa (Hch.16:6-10).
      1.1. El motivo de su ansiedad (v.13). Al llegar a Troas esperaba encontrar a su colaborador Tito, el cual vendría de Corinto para traerle noticias sobre la situación de la iglesia y de una manera especial quería saber el efecto que había causado su carta severa en la congregación. No tuvo reposo en su espíritu, una manera de decir que estaba lleno de inquietud y desasosiego, tanto por no poder hablar con Tito como por desconocer si el problema con el hermano que le había injuriado se había resuelto. Esta falta de noticias le dejó sin fuerzas para acometer su ministerio de predicar el evangelio, y aunque se le había abierto puerta para anunciar la buena nueva en aquella populosa ciudad, se despidió de la iglesia y se dirigió a Macedonia para acercarse a Corinto y poder tener noticias de la marcha de aquella asamblea. Esta experiencia del apóstol, pone de relieve la gran talla espiritual y humana de Pablo. El apóstol era muy afectivo, como podemos ver en el desasosiego en que estaba, al no hallar a su querido hermano Tito. La angustia le había paralizado de hacer lo que más amaba Pablo: anunciar el evangelio de Cristo. No es que al apóstol le faltara la fe, sino que era un ser humano y tenía sus debilidades, que es cuando se manifiesta la gracia de Dios (12:9).
      1.2. El motivo del viaje a Troas (v. 12). Pablo había ido a Troas con el objetivo de predicar el evangelio. Allí ya existía una congregación que probablemente fundó el apóstol o alguno de sus colaboradores en su estancia antes de entrar en Europa en su segundo viaje misionero, pero esto no se menciona en Hechos. Sin embargo, no pudo llevar a cabo su propósito por las razones que hemos expuesto. Este hecho, nos enseña una lección a tener en cuenta: el daño que puede hacer a la obra de Dios las actitudes inadecuadas de una congregación a la hora de tomar decisiones con alguno de sus miembros y dejar correr el tiempo de manera pasiva. Su inacción trajo como consecuencia que Pablo tuviera que abandonar Troas sin evangelizar, para dirigirse a Macedonia. Las iglesias tenemos más responsabilidades de las que suponemos en la toma de decisiones.

    2. Triunfo en Cristo Jesús (vv.14-17) El apóstol abandona el asunto de no haber encontrado a Tito, el cual recuperará más adelante (cf. 7:6 y ss) para pasar a otro. Como cuando escribe esta carta ya conoce el resultado de la misión de Tito en Corinto, le embarga un sentimiento de gratitud exultante hacia Dios, que quiere compartir con ellos. Del estado de angustia que había tenido en Troas, luego que supo lo ocurrido con su carta, por las noticias que le había traído Tito, pasó a un estado de gozo por la victoria conseguida en Cristo y, por tanto, la derrota de Satanás.
      2.1. Acción de gracias por el triunfo en Cristo (v. 14). Detrás de estas palabras, Pablo tenía en mente los cortejos triunfales en honor de los vencedores cuando volvían a casa después de haber obtenido una gran victoria. En el cortejo aparecían los senadores, los oficiales, los trompeteros y los que cargaban con el botín de guerra, un toro blanco para ser sacrificado en acción de gracias, los prisioneros; cerraban el grupo los sacerdotes con incensarios y, por último el general seguido del ejército. Pero esto no era nada comparado con el triunfo de Cristo sobre todos los enemigos, y de nosotros los redimidos, por medio de quienes manifiesta el olor de su conocimiento. De ahí que se exprese con este clamor de alabanza.
      2.2. La manifestación del olor de Cristo (vv.15-16). La referencia, pues, al olor se refiere al incienso que era quemado en la comitiva que hacían los romanos en las celebraciones triunfales. El incienso llenaba el aire del perfume de gloria para los vencedores y de vida para algunos prisioneros, pero de muerte para los que iban a ser ejecutados. Esto lo aplica a los redimidos, los cuales somos para Dios aroma de vida en Cristo en los que se salvan y de muerte entre los que se pierden. El evangelio es un mensaje de vida para los que creen, pero de condenación a los lo rechazan. Implica también nuestra responsabilidad, porque en todo lugar debemos exhalar el perfume del conocimiento de Cristo. La censura a los que falsifican el evangelio (v. 17). A raíz de la pregunta del v. anterior, Pablo recuerda la calumnia de que había sido objeto sobre su apostolado y en seguida salta a otro asunto en que se defiende de la acusación de haber convertido su ministerio de predicación del evangelio en un negocio rentable. La palabra “medran” significa crecer o aumentar, pero este no es el sentido del original griego, sino el de traficar o comerciar. El significado se puede determinar mejor con la comparación y contraste con el verbo adulterar de 4:2. Aunque los sentidos no son idénticos, ambos involucran una acción fraudulenta. Traficar expresa el significado de hacerlo para conseguir un beneficio deshonesto, en tanto que adulterar es actuar engañosamente. Pablo no era de estos, sino que hablaba con sinceridad delante de Dios en Cristo, como enviado suyo.

Conclusión. En este texto hemos contemplado como la fe no está reñida con la ansiedad que nos puede causar una situación anómala, así como un problema de relación personal en una iglesia local puede ser el causante de paralizar el avance de la obra de Dios en el mundo, afectando la predicación del evangelio. Por otro lado, los creyentes debemos manifestar el aroma de un perfume muy especial, el olor del conocimiento de Cristo, tanto para los que reciben nuestro testimonio de Cristo para vida, como para los que lo rechazan para muerte eterna. Nuestra competencia viene de ser fieles al mensaje del evangelio, no falsificándolo con nuestras ideas propias o adquiridas, sino anunciando siempre la verdad. En ningún caso, el evangelio puede ser una mercancía para obtener beneficios indignos.

 


VISITE ESTAS SECCIONES

BALUARTE

El boletín de la iglesia con artículos, noticias, poesía y las actividades previstas es el período correspondiente. Su publicación es bimestral y se puede descargar

VERDAD VIVA

El suplemento bimestral evangelístico de Baluarte que aporta un mensaje de esperanza para aquellos que aún no han recibido a Cristo como Señor y Salvador.

MENSAJES DOMINICALES

La Palabra de Dios que cada domingo por la mañana se ofrece por diferentes predicadores desde el púlpito de la iglesia, aquí en formato de audio.