Sermones sobre la 2ª carta a los Corintios

Ministros competentes del nuevo pacto

Pedro Puigvert

 

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Ministros competentes del nuevo pacto/ 2 Co. 3:1-6

En la porción anterior a este texto, Pablo de manera exultante da gracias a Dios por el triunfo en Cristo, a la manera de las procesiones victoriosas de los romanos, por el testimonio del evangelio en todo lugar. Al mismo tiempo, se defiende de la acusación de predicar el evangelio para obtener ganancias y pasa al ataque señalando a los que falsifican la palabra de Dios traficando con ella. Estas palabras podían dar la impresión que se ensalzaba excesivamente y se arrogaba una autoridad o competencia que algunos ponían en entredicho, cuando ni siquiera podía presentar una carta de recomendación de los apóstoles.

    1. ¿Era necesaria una carta de recomendación? (vv. 1-3)
      1.1. No para Pablo (v.1). Este tipo de cartas eran muy habituales en el mundo antiguo secular y en el religioso. En aquel tiempo había maestros itinerantes que viajaban por todo el imperio tratando de engañar a la gente con su discurso cuyo objetivo era sacarles dinero a los incautos que caían en sus redes. Esto equivalía a recomendarse a uno mismo, acusación que algunos le hacían a Pablo y por eso dice ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? La respuesta sería que no. Por otro lado, el apóstol pregunta si él tiene necesidad de una recomendación para ellos y lo consideren competente, y también de ellos. En estos casos no había necesidad de que su ministerio estuviese respaldado por una carta, aunque en otras situaciones sí era primordial. Por ejemplo, el mismo apóstol había recomendado a la diaconisa Febe de Cencrea (Corinto) a la iglesia de Roma (Ro. 16:1); a su colaborador Timoteo a los corintios (1 Co. 16:10); había dado instrucciones por carta a los colosenses que recibiesen a Marcos, el primo de Bernabé (Col. 4:10). Las cartas de presentación son una buena costumbre que lamentablemente ha caído en desuso entre las iglesias evangélicas. Es curioso, pero de todos los extranjeros que nos visitan, los únicos que traen carta de sus iglesias son los que pertenecen a las AAHH, como nosotros también lo hacemos. Puede que algunos que han sido disciplinados en su iglesia vayan a otra y participen de la Mesa del Señor y eso es un engaño. Si se generalizara la exigencia de la carta, la iglesia que lo acoge tendría la garantía de que no hay ningún impedimento para recibirle.
      1.2. Ellos eran sus cartas (vv.2-3). El apóstol fue el fundador de la iglesia de Corinto y ellos eran sus hijos espirituales. ¿Cómo podían exigirle una carta de recomendación de alguien que considerasen con más autoridad que Pablo? Estaba fuera de lugar y de ahí su enfado con solo pensarlo. ¿Podía haber una carta de presentación mejor que ellos mismos? Era una carta escrita en sus corazones, un testimonio vivo delante de todos los hombres de cómo se habían convertido a Cristo. Era una carta escrita no con tinta sobre un papiro, sino con el Espíritu del Dios vivo en sus corazones de carne y no en tablas de piedra. La obra que Dios había hecho en Corinto por medio de Pablo era la mejor carta de recomendación y no precisaba de nada más para que su autoridad y ministerio fuesen reconocidos.
      1.3. Cartas escritas en el corazón (v.3). Esta frase final del v., lleva el pensamiento de Pablo a los textos de los profetas que anunciaron el nuevo pacto en que Yahweh iba a dar su ley en su mente y la escribiría en su corazón y pondría espíritu nuevo dentro de ellos. (Jer. 31:31-33; Ez. 11:19; 36:26).

    2. La naturaleza del ministerio del nuevo pacto (vv.4-6)
    La última frase que le ha conducido a los profetas es la que da pie a argumentar sobre el nuevo pacto, aunque previamente, para no generar una interpretación de sus palabras como jactancia, se apresura a decir que su confianza no descansa en él, sino en Cristo para con Dios (v.4).
      2.1. El ministerio es competente cuando procede de Dios (vv.5-6). En 2:16, había preguntado: ¿quién es suficiente? Ahora da la respuesta diciendo que para el ministerio del nuevo pacto no estamos capacitados por nosotros mismos, sino todo cuanto podemos hacer viene de Dios, pues él nos ha capacitado para ser servidores de un pacto, no escrito, sino espiritual. La ley escrita condena a muerte, pero el Espíritu de Dios da vida DHH). A diferencia de otras versiones esta es la única que hace una diferencia entre pneumatos y pneuma (espiritual y Espíritu), poniendo la primera en minúscula y la segunda en mayúscula y añadiéndole “de Dios”, lo que no se aprecia en RVR60, al escribir las dos en minúscula como si fuera el espíritu humano. Literalmente dice “de”, no “del” espíritu” o sea espiritual. Pablo incide en la capacitación del servicio cristiano para el que es imprescindible que provenga de Dios, no de lo que pensamos sobre nosotros, aunque naturalmente debe haber una vocación y como nos enseñan otros textos de la Biblia no está reñido con una necesaria y buena preparación bíblica y doctrinal. No debe ser solo una preparación intelectual, sino que en la base se encuentra la dimensión espiritual que es imprescindible. Como le escribió Erasmo a un amigo suyo: “¿Cómo voy a calentar a otros cuando yo mismo estoy tiritando de frío?”.
      2.2. El nuevo pacto (v.6). El nuevo pacto es el que Dios ha establecido en Cristo con su nuevo pueblo, la Iglesia, los redimidos por la fe en Jesús. Como hemos visto ya estaba profetizado en el AT. El apóstol se limita a destacar algunos aspectos del mismo, no a hacer una exposición amplia. Señala en primer lugar, que el pacto es nuevo, pero ¿en qué sentido? En griego hay dos palabras diferentes para expresar la idea de “nuevo”, un matiz que en castellano debemos diferenciar entre lo nuevo y lo renovado. El adjetivo neos, se traduce por nuevo en el sentido de algo que no ha existido antes, pero la palabra que hay aquí es kaines, algo nuevo en sentido cualitativo, o sea, renovado. Se distingue del antiguo pacto porque no está supeditado a la letra de unos mandamientos escritos en tablas de piedra. Es un pacto esencialmente espiritual hecho efectivo por el Espíritu Santo. El antiguo tenía unas consecuencias fatales si no se cumplía: la muerte.

Conclusión Cuando nos referimos al ministerio queremos decir el servicio cristiano que en este pasaje se concreta en la extensión del evangelio, especialmente en la obra misionera de Pablo, para la cual no necesitaba credenciales porque los corintios eran el fruto de su trabajo misionero. Sin embargo, las cartas de recomendación, cuando por vacaciones u otras razones visitamos otras iglesias, son importantes. Por otro lado no olvidemos que el ministerio debe ser ejercido de manera espiritual.

 


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