Sermones sobre la 2ª carta a los Corintios

Gozo y consolación de Pablo

Pedro Puigvert

 

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Gozo y consolación de Pablo/ 2 Co. 7:2-10)

El apóstol reanuda su argumentación que había dejado en 6:13 después de introducir un paréntesis sobre el yugo desigual entre creyentes e incrédulos. El asunto que había tratado en los primeros capítulos acerca de su ministerio y la defensa de su honestidad como siervo de Dios, ante los ataques de sus adversarios, vuelve a aparecer pero con un matiz importante: los corintios se habían arrepentido y eso produjo en él gran gozo y consolación.

    1. Una llamada para zanjar las falsas acusaciones (vv.2-4)
    Apela a sus hermanos en Cristo de Corinto a que dejen de acusarle y de manera apasionada se defiende con palabras y frases llenas de amor, pero firmes.
      1.1. Admitidnos (v.2). Pablo continúa escribiendo en plural porque esta carta la redacta con Timoteo. Literalmente dice, haced lugar para nosotros. Como recoge tanto la versión La Palabra y de manera semejante DHH, traducen hacednos un (lugar) hueco en vuestro corazón. Es el único término que está en imperativo en toda la porción. El último fue ensanchaos en 6:13 cuando cerraba la exhortación empezada en 6:11. Las falsas acusaciones de los adversarios de Pablo habían conseguido que muchos de la congregación ya no sintieran afecto hacia él. ¡Qué horrible es cuando dejamos de amar a un hermano o a un siervo del Señor por las insidias que otros han sembrado falsamente sobre su persona o ministerio! Pablo replica vigorosamente contra las acusaciones con tres frases:
      1.2. A nadie hemos agraviado (v.2). Como no tenemos las acusaciones concretas debemos deducirlas de la defensa del apóstol. Quizás, aquel que había sido disciplinado por instrucción del apóstol, se lo había tomado como un agravio personal y otros le apoyaban. Sucede, en ocasiones, que los ministros de las iglesias deben tomar decisiones que no son del agrado del supuesto perjudicado; este se siente agraviado y quiere sumar a otros a su causa. Si se trata de este caso, el apóstol ya lo había perdonado.
      1.3. A nadie hemos corrompido (v.2). El término, en el original, se refiere a los efectos de tratos poco honrados que llevan a otros a tener necesidad. Sugieren unos comentaristas que como Pablo predicaba la salvación por gracia y no por obras, algunos estarían viviendo inmoralmente entregados a prácticas mundanas. Nada más lejos del pensamiento del apóstol que en sus exposiciones hacía siempre un llamamiento a tener una vida santa.
      1.4. A nadie hemos engañado (vv.2-3). Literalmente, defraudado o explotado. Puedeque este término sirviera de acusación de haber dañado a algunos hermanos económicamente al amparo de su autoridad. Pero ni Pablo ni sus colaboradores, jamás se aprovecharon de la iglesia para obtener beneficio personal. El apóstol cuando tenía necesidad trabajaba con sus manos haciendo tiendas para sostenerse. Con su defensa, no pretendía recriminarles sus acusaciones(v.3), pues ya les había dicho que los llevaba en el corazón (6:11), tanto en la vida como en la muerte. Lo que deseaba era acabar con aquella situación y que ellos le correspondieran de todo corazón en amor.
      1.5. Les había hablado con mucha franqueza (v.4). El término franqueza, puede traducirse también por confianza. Tengo puesta en vosotros toda mi confianza (BLP); os tengo mucha confianza (NVI). A pesar de todos los problemas que le habían causado, Pablo confiaba en ellos y además estaba tan orgulloso de sus hermanos que rebosaba su ánimo lleno de gozo aun en medio de las tribulaciones con que tenía que realizar su ministerio. ¿Nos abrimos así nosotros con aquellos hermanos con los que hemos tenido algún problema o conflicto?

    2. Nuevos motivos de consolación (vv.5-7)
    Ahora el apóstol menciona el estado de ánimo en que se encontraba cuando estaba en Macedonia, después de haber visitado Troas para predicar el evangelio de Cristo.Como no tenía reposo en su espíritu, aunque tuvo muchas oportunidades para anunciar el evangelio, se marchó de allí al no haber hallado a Tito y en Macedonia, en medio de tribulaciones corporales y temores internos (cf. 2:12-13) se encontraron por fin.
      2.1. Consolación por la venida de Tito (v.6). Cuando Pablo empieza la carta lo hace bendiciendo a Dios al que llama Padre de misericordias y Dios de toda consolación. ¿Cómo nos consuela el Señor? Sin duda la multiforme gracia de Dios usa diversas maneras y una de las más repetidas es por medio de instrumentos humanos, como en este caso cuando Pablo fue consolado por la venida de su colaborador Tito que había estado en Corinto poniendo orden en la congregación. Curiosamente, Pablo usa la palabra parusía que significa presencia, para referirse a la llegada de Tito, que es la misma que se emplea en el NT para el regreso de Cristo.
      2.2. Consolación por el afecto de los corintios a Pablo (v.7). Las noticias que le trajo Tito eran en sí un bálsamo para el apóstol, pues las relaciones con la iglesia no eran cordiales, sino todo lo contrario. La misión de Tito de recomponer las maltrechas relaciones entre el apóstol y la congregación había sido un éxito. Sin duda Tito era uno de los colaboradores de Pablo más eficaces: tuvo que consolidar la iglesia de Creta estableciendo ancianos en cada ciudad (Tit. 1:5). Ejerció el ministerio en Dalmacia (2 Ti. 4:9). Organizó la ofrenda para los pobres de Jerusalén (8:6,16). Las noticias que recibió sobre los efectos de la “carta dolorosa” fueron consoladoras. Se consolaba por la consolación que Tito había sido consolado por ellos, por el afecto que le hacían llegar, por su llanto que expresaba el daño que le habían hecho y por su solicitud hacia el apóstol, de manera que le hizo mucho más feliz.

    3. El arrepentimiento de los corintios (vv.8-10).
      3.1. El instrumento de su arrepentimiento (v.8). Había sido la carta que les dirigió y que se conoce como “severa o dolorosa”, la cual se ha perdido, pero tenemos conocimiento de ella por esta. La carta juntamente con la mediación de Tito habían conseguido que los corintios se sintieran concernidos. Cuando Pablo la escribió lamentó haberlo hecho, porque podía lastimarles y que reaccionaran en sentido contrario al deseado. Sin embargo, visto el resultado no le pesa, aunque les entristeciera por un tiempo.
      3.2. La tristeza les llevó al arrepentimiento (vv.9-10). Sin embargo, ahora que Tito le había informado que hubo en ellos un cambio de actitud fruto de su arrepentimiento, el apóstol estaba gozoso, no por haberlos entristecido, sino por haberse arrepentido, ya que todo esto era según Dios, pues esta tristeza es la que en verdad produce el arrepentimiento. Es necesario para salvación, en cambio la tristeza del mundo produce muerte. Metanoia, es cambio de manera de pensar y de actuar, un requisito imprescindible para la salvación.
Conclusión La mayor parte de problemas que surgen en las iglesias son de relación personal. Cuando aparecen conflictos, hay que tratarlos con confianza como corresponde a hermanos en la fe. Puede que la dureza aumente el conflicto o puede que, como en este caso, toque la fibra sensible y haya un reconocimiento de pecado con arrepentimiento. Una vez solucionado el caso, el gozo es grande.

 


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