Estudios bíblicos

Los profetas menores

El profeta Amós

Pedro Puigvert

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Amós

Amós, significa "cargador" un término que deriva de un verbo que expresa "levantar una carga o acarrear". Amós era un pastor ( 1:1, noqedim; criador de borregos) natural de Técoa a 8 km de Belén. También era boyero (boqer en hebreo 7:14) Fue un hombre plenamente consciente del llamamiento que había recibido de Dios. Había sido tomado por el Señor para convertirse en su profeta (7:14-15). Él no podía hacer otra cosa que hablar, ya que Dios le había hablado (3:7-8). Estaba convencido de que no solo la sustancia del mensaje, sino las mismas palabras pronunciadas eran palabra de Dios. Es altamente ilustrativo de la auténtica vocación profética 7:10-17), que pone frente a frente a Amós y Amasías (el verdadero profeta y el falso sacerdote respectivamente). La frase: "no soy profeta, ni soy hijo de profeta" (7:14) debe entenderse en su contexto histórico: no era un profeta profesional, ni siquiera había tenido la ocasión de asistir a las escuelas de los profetas fundadas hacía siglos por Samuel. Su llamamiento había sido directo, como el Pablo (Gá. 1:1).     

  1. Trasfondo del libro

Amós vivió en medio de una sociedad opulenta, como la sociedad de consumo en que vivíamos nosotros antes de la crisis.  El provecho personal, el afán de lucro material y el poseer y el retener eran los únicos ideales de la mayoría de la gente. Una sociedad dominada por el egoísmo, aunque rica estaba siendo minada por la explotación, la corrupción y la injusticia.

    • Los ricos.

      Había muchos y lo eran suficientemente como para tener tres casas o propiedades (3:15) y para derrochar en lujos y ostentaciones costosas (6:4), así como no privarse de ninguna satisfacción corporal (3:12, 4:1, 6:6). Pero, por otro lado, los pobres eran extremadamente pobres y vergonzosamente explotados: sufrían por las extorsiones a que eran sometidos: en sus propiedades (2:6-7), legalmente (5:10,12) y en los negocios (8:5). Los más pobres se volvían cada vez más pobres, mientras que a su costa  los ricos se hacían más y más ricos. Cuando los pobres ya no eran de utilidad para los ricos, los desechaban y abandonaban a su suerte (6:6). No había  misericordia ni justicia de ningún tipo. Hacer dinero, por el medio que fuera y una avaricia creciente constituían la regla para todos: los hombres vivían para sus ambiciones (8:5), las mujeres para sus deleites (4:1) y los gobernantes para sus trivialidades (6:1-6).

    • La religión.

      Esta gozaba de muy buena salud y fama. La gente solía ser muy religiosa, adoraban lo tradicional, pero después de haberlo vaciado de toda revelación divina y de compromiso personal. Los santuarios estaban llenos (4:4, 5:5, 5:21-23, 8:3,10), los sacrificios eran ofrecidos puntualmente y la parte musical de culto era observada cuidadosamente. Pero toda aquella  religión no tenía base, salvo la inventiva humana; era una ilusión, una aberración. Seguía con éxito la clase de culto y de religión que había establecido Jeroboam dos siglos antes, como alternativa al culto de Jerusalén (1 R. 12; 25 y ss.). En tiempos de Amós  este culto alternativo ya gozaba de una cierta tradición. Los santuarios establecidos por Jeroboam en Dan y en Betel seguían en su apogeo y actividad (4:4, 5:5, 8:14), pero bajo la mirada atenta de Amós aquellos lugares no eran más que centros a los que acudían los israelitas para agradarse a ellos mismos y no a Dios (4:5), lugares malditos a la vista del Señor (5:21-23). El sacerdote Amasías es un buen ejemplo del estado espiritual de la nación; tenía celo por el santuario y el culto, pero resultó ser un hombre con una mentalidad conformista, esclavizada al establishment religioso (7:10) protector de las propiedades reales (7:13), pero desinteresado en cualquier palabra que pudiera venir de parte de Dios.

    • Los valoresde la sociedad. 

      En realidad era una sociedad sin valores bíblicos, los principios se habían diluido. La verdadera autoridad y la ley eran despreciadas, ignoradas y pisoteadas (5:10,12). Los dirigentes nacionales, aunque confiados en sus puestos (6:1) no eran en nada mejores que los demás países (6:2), sin discernimiento (6:3) y aún contribuyendo a la ruina que se echaba encima en el panorama futuro, entregándose a gustos y preferencias personalistas antes que al cuidado de los intereses públicos (6:4-6). Los principios morales se habían esfumado. Amós pudo denunciar la tolerancia sexual (2:7), así como los abusos en el comercio (8:5-6).

    • Los modismos

      El modismo es una expresión, un modo de hablar o escribir cuyo sentido literal carece totalmente de sentido práctico, o se entiende de manera muy diferente a su sentido literal. Resulta que al verter cualquier modismo a otra lengua, se tropieza con el problema de dar el sentido propio en el idioma al que se hace la traducción, sin seguir la forma del modismo original. Es decir, expresan ideas diferentes de lo que literalmente indicarían sus palabras. Todas las lenguas los tienen. En español, por ejemplo, cuando decimos que alguien "ha perdido la cabeza" a nadie se le ocurre pensar que a tal persona se le ha desprendido la parte superior de su cuerpo y que esta ha ido a parar a algún lugar desconocido. Es una manera de decir que se le ha ofuscado la razón. "Comerse con los ojos" a una persona no es una forma insólita de antropofagia, sino mostrar en la mirada vehemente deseo de amor, admiración, etc. "Dar cuerda al reloj" no es entregarle un paquete con sogas, sino dar vueltas a una manecilla del reloj. "Levantar un acta" no es coger del suelo un papel que lleva escrito un texto sobre lo sucedido en una reunión, sino escribir las circunstancias de lo hablado y los  acuerdos de una reunión. "Dar de alta o de baja" a una persona no es decirle cuanto ha crecido o decrecido, sino incluirla en la nómina de una empresa o de un club. Algunos han descrito los modismos como "la sangre vital" de un idioma y como es fácil de entender, los traductores de la Biblia se muestran reticentes a perder versículos tan efectivos tanto de significado como de impacto. Pero cuando la traducción literal de una expresión así deja de comunicar el significado de la original, o incluso puede tener un significado contrario, entonces es necesario encontrar un equivalente en el idioma al que se traduce. Por eso, las biblias traducidas por equivalencia formal que traducen literalmente, los modismos (hebraísmos) son más difíciles de comprender. El hebreo y el griego tienen modismos; y de no discernirlos y descubrir su sentido correcto, corremos el riesgo de interpretaciones erróneas, a veces disparatadas. Existen muchos tipos de modismos, pero nos limitaremos a poner unos, 

    • Ejemplos de modismos:

      Amós 1:3,6,9,11,13; 2:1,4,6, La frase "por tres pecados y por el cuarto" puede sugerir que no es una ofensa muy mala. Sin embargo, este modismo significa "repetidas veces" o "muchas veces". Por eso la VP ha traducido "han cometido tantas maldades" o mejor aún la NVI: "los delitos han llegado a su colmo". Este hebraísmo indica plenitud.

      Algunos modismos tal vez no se prestan a error, pero es posible que sean tan oscuros que casi pierdan todo su significado. Por ejemplo, Gn. 1:5 "fue la tarde y la mañana un día", no aclara muy bien si se trata de un día completo. Por eso, la VP traduce "se completó el primer, segundo, tercer etc. día".

      A veces es posible adivinar el significado de un modismo, pero a menudo una traducción literal no tiene ningún sentido. Por ejemplo, Gn. 30:3 cuando dice "dará a luz sobre mis rodillas", en realidad significa lo que traduce la VP. "cuando ella tenga hijos, será como si yo misma los tuviera".

      Otro ejemplo lo tenemos en Ecl. 10:4 en la frase "Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar" lo que puede parecer algo raro. Pero la frase "no dejes tu lugar" es un hebraísmo equivalente al modismo español actual: "no pierdas la cabeza", y la última parte del versículo explica con más claridad aún que el remedio es tomar las cosas con calma o con mansedumbre. A veces, la traducción literal de un modismo hebreo puede tener algún sentido, pero no el correcto. Por ejemplo, Jer. 15:18, la frase "aguas que no son estables", parece estar en consonancia con el contexto, pero, en realidad, el significado de este modismo puede expresarse mejor como "te has vuelto para mí como el agua engañosa de un espejismo" que está más de acuerdo con la frase de RV60 "como cosa ilusoria".

  1. Ocasión y fecha

A semejanza con Oseas, este libro está perfectamente bien fechado. La profecía de Amós pertenece a los tiempos de Uzías de Judá y Jeroboam II de Israel, con una específica referencia a cierto terremoto acaecido en aquel entonces (1:1). Lamentablemente, no sabemos la fecha exacta del temblor de tierra, pero los dos reyes mencionados gobernaron durante muchos años en la primera mitad del  siglo VIII a.C. Si incluimos los periodos de corregencia con sus respectivos padres, Uzías reinó desde alrededor del año 790 a.C. hasta cerca del 740 a.C. y Jeroboam II desde el 793 a.C. hasta el 753 a.C. Ambos fueron monarcas expansionistas hasta el 753 a.C. que consolidaron los reinos. En el 805 a.C., Adad Nirari III de Asiria derrotó a Siria, lo que permitió a Jeroboam II desarrollar una política favorable a sus intereses. Restauró los límites salomónicos de su reino, la primera vez que sucedía desde la muerte de Salomón (2 R. 14:23-29). Con el control que ejerció sobre rutas y caminos, siguiendo en cierto sentido la política económica de Salomón, acumuló muchas riquezas. Pero, esta acumulación se concentró en las manos de unos pocos y en nada favorable para los humildes. Es dentro de este contexto y situación que hemos de comprender el desagrado de Dios (4:6-11) que no hacía mella en el pueblo. Amós, al comienzo al menos, estaba solo, era el único que señalaba la corrupción nacional en sus diversos estamentos: religioso, social y político y anunciaba que todo aquello acarrearía el juicio divino.

    3.  Destinatarios

Amós se dirigía a una gente que se consideraba el pueblo de Dios. Ellos eran el pueblo sacado de Egipto (3:1) constituido en nación de Yahweh. El mensaje va dirigido a los israelitas que tenían la pretensión de ser el pueblo de Dios. Para captar la fuerza de las denuncias del profeta, hemos de pensar que iban dirigidas contra el equivalente de lo que hoy llamamos "cristiandad", la "iglesia nominal" o "la religión oficial" en los países donde existe una iglesia estatal.

4. Bosquejo

  • 4.1. Anuncio de juicio contra las naciones (1:1-2:16)  
    • a) Introducción 1:1-2
    • b) Profecías contra las naciones paganas (1:3-2:3) (Damasco, Gaza, Tiro, Edom, Amón y Moab)
    • c) Profecías contra Judá e Israel (2:4-16)
  • 4.2. El juicio contra Israel (3:1-6:15)
  • 4.3. Visiones del juicio venidero (7:1-9:10)
    • a) La plaga de langostas (7:1-3)
    • b) El fuego que devora el abismo (7:4-6)
    • c) La plomada de albañil (7:7-17)
    • d) El canastillo de fruta de verano (8:1-14)
    • e) La destrucción del santuario (9:1-10)
  • 4.4. Promesa de restauración (9:11-15)
    • a) La bendición de la era mesiánica

 EL RUGIDO DEL LEÓN  Amós 1:1-2:3

Introducción 

  La expresión clave de este pasaje es el modismo hebreo "por tres pecados de...» y por el cuarto" para indicar una cantidad indeterminada. Cualquier pecado merece la ira de Dios, pero en su paciencia aguarda a que el pecador se arrepienta dándole así nuevas oportunidades. Sin embargo, cuando llegue el momento que la maldad alcance el colmo y el juicio sea inexorable, el cuarto pecado, pone las cosas al justo lí­mite que Dios puede tolerar. En este caso son seis las naciones que escucharán el rugido del león, es decir, el anuncio do su castigo por haber rebasado su maldad la paciencia divina.

1. La crueldad de Damasco y Gaza (1:3-8). La política expansionista de los sirios incluía el exterminio de los vencidos empleando métodos crueles (3). Los filisteos habían traficado con esclavos y deportado a naciones enteras. Y Dios dice basta a ambas nacio­nes, cuyo juicio se cumplió a través de la conquista de los asirios. Nadie tiene derecho a tratar a los seres humanos como obje­tos ni a jugar con sus vidas. Los derechos humanos son pisoteados hoy en muchas partes de nuestro planeta  pero nadie escapará del juicio final de Dios.

2. La insolidaridad  de Tiro y_Edom (1:9-12). Además del tráfico de es­clavos y de lucrarse del mismo, Tiro "quebrantó "el pacto de hermanos". Puede referirse a las relaciones comerciales con Israel en tiempo de David y Salomón o como sugiere J.A. Motyer el pacto de hermanos sería un buen equivalente de "derechos humanos". El pe­cado de los edomitas expresado con cuatro características (l:11) muestra la  rivalidad que los descendientes de Esaú mantuvieron con Israel hasta el tiempo del exilio.

3. La inhumanidad de Amón y Moab (1:13-2:3) El comportamiento salva­je de Amón asesinando a las mujeres encinta para evitar toda posi­bilidad rápida de reacción de los enemigos, es uno de los críme­nes más repulsivos. ¿Pero que diremos de los cientos de miles de  seres humanos en potencia liquidados por métodos abortivos cada año en el mundo? La venganza de Moab consistía en la profana­ción de la tumba del rey insultando la dignidad nacional de un país.

DENUNCIA DEL PUEBLO ESCOGIDO   Amós 2:4-16

 De las naciones paganas, la profecía se dirige ahora al pueblo escogido. La repetición de la frase "por tres pecados de ...y por el cuarto" muestra que no eran menos culpables que sus vecinos.

1. El pecado de Judá (vv.4-5) 

Tiene que ver con su actitud hacia la pa­labra de Dios» de la que destacan tres características:

a) Menosprecio. La abundante religiosidad había dejado de lado la revelación vaciándola de contenido. Muchos sacrificios, ceremonias, cánticos, pero sin enseñanza de Dios

b) Desobediencia Los diez mandamientos habían caído en el olvido.

c) Error. Es una consecuencia lógica. Donde no existe u formación bíblica adecuada y un énfasis en poner en práctica la volun­tad de Dios solamente puede ser ocupado por la mentira. ¿Cómo respondemos al mensaje de las Escrituras? ¿Qué ocurre cuando la Biblia es desplazada de su lugar y sustituida por la religión?

2. El pecado de Israel (vv.6-16).

Las acusaciones contra Judá son también para Israel. Porque la corrupción de este no se entiende sin que exista, previamente un rechazo de la palabra de Dios. Veamos sus características:

a) Injusticia. En los tribunales, los jueces admitían  cohecho  contra el justo e incriminaban a un deudor pobre por algo tan insignifican­te como un par de zapatos,

b) Opresión. Los desvalidos eran obje­to de abusos por los poderosos.

c) Profanación.  Dios se había re­velado a Israel y ellos seguían las prácticas de la prostitución sagrada de los cananeos. ¡Dios estaba siendo adorado como si fuera un ídolo pagano!

d) Iniquidad. Llega al punto culminante que afec­ta a la religión: el desenfreno de las orgías cultuales. El "vino de los multados" era el pago de multas impuestas por jueces poco escrupulosos en un juicio supuestamente legal y que gastaban en vino en las "comidas sagradas en que acababan emborrándose.

Hasta aquí la descripción de cómo correspondía Israel al favor de Dios. Lo que sigue es la narración de lo que Dios ha he­cho por Israel por vía de contraste.  La obra de Dios en el pasado debe ser una referencia para nuestro presente.

Reflexión  ¿En qué pecados hemos incurrido personalmente como pueblo de Dios? Busquemos el perdón divino. Su gracia está a nuestro alcance.

EL CASTIGO AL PUEBLO DE ISRAEL  Amós 3:1-15

  La palabra profética va dirigida por igual  Judá como a  Israel,   en tanto que pueblo elegido y redimido por Dios y es conde­natoria. Dios ha hablado contra ellos para anunciarles el casti­go por los pecados descritos anteriormente que se mencionan en el texto.

La ley de causa y efecto (3-8)  Dos personas no pueden caminar jun­tas si están en desacuerdo. Si Israel que está ligado a Yahweh  por un pacto lo abandona ¿cómo pueden seguir unidos? Los animales de presa no avisan hasta que han alcanzado su objetivo. Los que son apresados no caerían en la trampa si alguien no la hubiera colocado. Detrás de los acontecimientos que les sobrevendrán está Dios, aunque los efectos sean producidos por otros. No que Dios sea el au­tor del mal (cf. Stg. 1:13), sino que todo lo que ocurre es con su consentimiento. "Mal" se usa en el sentido de que  los desastres históricos que han sucedido a Israel han tenido una causa y un objetivo. El Señor dirige la historia de acuerdo con sus propósitos.

Este Dios es un ser personal que habla por medio de los profetas a los que "cuenta sus planes". Aquí se encuentra la naturaleza misma del ministerio de Amós llamado al oficio profético sin serlo de pro­fesión, es decir, sin pertenecer a la escuela de los profetas.

El castigo de Samaria (9-15). Viene principalmente por tres razones:

a)  Por  su  conducta  inmoral.  Sus atrocidades son de tal magnitud  que hasta los   paganos  se escandalizarán de las brutalidades cometidas por el reino del norte. ¿No es lamentable que en ocasiones los  creyentes repren­dan con su actitud el comportamiento irregular de algunos cristianos?

b) Por su falsa religión. Ahí está la raiz de su decadencia en lo moral y espiritual. Alejarse de la verdad revelada lleva ine­vitablemente al desastre,

c) Por su falso estilo de vida.  Los que vivían en la opulencia, era tan escandalosa  que disponían de unas fincas para pasar el verano y otras para el invierno. El marfil da una idea de la ostenta­ción con que adornaban sus casas. En nuestra sociedad de consumo  muchos cristianos caen  la ostentación yel lujo a los que dedican muchos de sus esfuerzos y tiempo. Los peligros son evidentes. Pidamos al Señor que nos libre del error de una conducta desordenada y de un estilo de vida que no sea santo.

LA DESOBEDIENCIA DE ISRAEL Amós  4:1-13

Las mujeres de Samaria (vv.1-3). El estilo de vida de las mujeres ricas estaba fundado sobre la opresión de los pobres. Su única preo­cupación era satisfacer sus sentidos. No es de extrañar que se las compare a las vacas de Basán ya que su existencia era   propia de animales. No paraban de exigir a sus maridos los medios necesarios para llevar este tipo de vida. La excesiva preocupación por la apa­riencia externa y por dar gusto a los sentidos puede hacer perder de vista el  lugar  de la mujer en la sociedad y en la iglesia (cf.1 Ti. 2t9-10).

Un Dios santo no puede pasar por alto el pecado. Elcastigo es ine­vitable y los términos durísimos. "Seréis echadas al estiércol" (v. 3 en Nueva Biblia Española).

Los santuarios de  Bet-el y Gilgal (vv.4-5). Las palabras del profeta no carecen de ironía al mostrarles la falsedad en que incurrían al concebir el culto como un amontonamiento de sacrificios yofrendas se­gún su capricho. Las innovaciones que habían introducido como el sacrificio de alabanza con pan leudado estaba prohibido por la ley (Lv 2:11). Su religiosidad era puro exhibicionismo.

Los juicios de Dios(vv. 6-11), Antes del castigo definitivo, Dios por su providencia ha enviado siete advertencias a su pueblo: hambre (v.6), sequía (v. 7) tempestades (v.9) plagas (v.9) epidemias (v.10), guerras (v.10) y terremotos (v.10). Todas estas catástrofes tenían el objeto de conducirles al arrepentimiento. Pero fue en vano, ellos están absortos en ofrecer sacrificios que a nada conducían, cuando Dios los llamaba a un cambio interior profundo, i Qué tragedia!

El llamamiento al arrepentimiento (vv.12-13). Israel debe prepararse para venir al encuentro de su Dios. Como dice un autor: "el momen­to de la confrontación vendrá. No se hace ninguna amenaza. El te­rror del versículo está en su vaguedad: el pasado, con sus juicios providenciales intermedios, es como nada en relación con este encuentro futuro con Dios mismo". El que llama es el Dios de Israel, el Creador de todas las cosas, esYahweh el Dios del Pacto.

Reflexión: Ni con términos tan impresionantes Israel atendió la llamada de Dios. ¿Cómo vamos nosotros al encuentro de Dios?

EL ERROR DE ISRAEL  Amós 5:1-13

 Israel había orientado su camino religioso de forma equivocada. En lugar de dirigir sus pasos a los santuarios debían buscar a su Dios.

El lamento. (vv.1-3)  El estilo de Amós es dramático presentando la  profecía de la destrucción del reino del norte en los términos que  eran usuales en un funeral. El pueblo es llamado a concurrir a sus honras fúnebres donde se puede escuchar el lamento por su muerte y las circunstancias que el condujeron a ello.  Pero a posar de usar un lenguaje tan expresivo, el pueblo no reacciona. El instrumento sería un ejército  invasor que le  dejaría solamente con la décima parte de sus efectivos.  Además del desbarajuste interno de los últimos  veinte años de Samaria que prepararon su caída, en el año 722 a.C. Asiria puso fin a Israel. Los que quedaron con vida fueron llevados cautivos y el país repoblado con otras gentes.

El llamamiento a vivir (vv.4-6). Se halla en contraste con el cuadro de muerte anterior. A Dios no  hay que ir a buscarlo en lugares donde se le daba un falso culto y que iban a ser destruido. Esto significaba la muerte. A Dios se 1e encuentra a través de su palabra, buscando su presencia para conocer su voluntad. Implica también el abandono de las prácticas idolátricas e inmorales. Este llamamiento a Israel se aplica a cuantos en la actualidad se encuentran muertos en sus pecados, probablemente siendo muy religiosos pero que nunca han tañido un encuentro personal son Dios. Evidentemente, al fruto de la nueva vida se manifiesta por un cambio en la conducta.

La resistencia al cambio (vv.7-13). Israel parece insensible y per­siste en su bancarrota moral. Pero la perversión de los hombres no puede contra Dios, el cual es descrito en todo su poder trans­formador. Las Pléyades y el Orión son constelaciones que se toma­ban como referencia para trazar el cambio de las estaciones y para  regular del día y la noche, después los cambios imprevistos y por último los cambios históricos.

Aplicación: El camino de la vida es: "buscad a Yahweh y vivid" (v.6a). Los otros caminos son objeto de la ira de Dios (v.6b) y conducen a la frustración (11b).

LA NECESIDAD DE SER REFORMADOS Amós 5:14-27

  El pueblo de Dios de todos los tiempos está formado por pecadores que fácilmente pueden desviarse de la senda recta si no prestan atención a la palabra de Dios  y si no se renuevan en el Espíritu. Los reformadores del siglo XVI vieron esto con claridad y abogaban por una Iglesia "semper reformanda". El mensaje del profeta a un pueblo corrupto es un llamamiento a una doble reforma.

1. Llamamiento a la reforma moral (vv.14—20)

Si en primer lugar habían sido instados buscar a Dios para vivir, ahora esta nueva vida debía  mostrarse por un cambio de valores éticos: lo bueno, el bien, la justicia y el juicio. Por lo que sigue parece que el pueblo hizo caso omiso llevado por  su optimismo del día de Yahweh que conce­bían de manera equivocada,. Decían que Dios estaría con ellos (v.14) y tendría piedad del remanente (v.15). ¿Cómo no iban a estar confiados ante este día futuro? Pero el Señor los seca de su error: 1º) La frase "pasaré en medio de ti "sugiere la pascua en donde, si bien por un lado, significó la redención de Israel, por otro fue de juicio para los egipcios. Este segundo aspecto lo habían olvida­do. 2º) El "día de Yahweh" es un día  terrible de  juicio sin posi­bilidad de escape para los no le han buscado de corazón.

2. Llamamiento a la reforma religiosa (vv.21-27)

El culto en Israel consistía  en un espectacular ceremonial de carácter externo con gran­des sacrificios, música etc. ¿No estaba escrito todo esto en la ley? Es cierto, pero Dios no podía aceptar la adoración que  salía de corazones no regenerados. Lo importante para el Señor eran el juicio y la justicia. Esta denuncia de Amós es característica de otros profetas (Os.6:6) y nuestra que lasprácticas religiosas carecen de valor para el Señor cuando el que las ofre­ce no anda en sus caminos. Las ceremonias ostentosas pueden atraer a las masas, inclu­so llegar a  emocionarlas,  pero no llegan a Dios que es a quien, a fin de cuentas a quien van dirigidas. El culto a Dios tiene sentido cuando es la expresión auténtica de una  realidad íntima. Lo demás no pasa de ser un espectáculo.

Aplicación: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren (Jn. 4:24).

LA TRAGEDIA  DEL EXILIO DE ISRAEL Amós 6:1-14

Empieza la última sección de la segunda parte del libro. Ahora el profeta alcanza el clímax de su proclamación sobre el enemigo que viene (6:14). Hace ver que todo lo que va a ocurrir es lógica consecuencia de lo que  ha estado explicando. El "¡Ay!" de 5:18 aparece en 6:1 de nuevo. En 5:27 se anuncia el exilio y en este capítulo se ofrece más detalles de esta tragedia (6:7), con la invasión final (6:14) y el terrible día de Yahweh (5:18-20) es ahora denominado claramente "día malo" (v.3). La catástrofe que se anuncia con la gráfica descripción de 6:9-10, indica sin ningún género de dudas que Dios ya no está con el reino del norte.  

Los dirigentes (1-6) Desde un punto de vista material la nación gozaba  de gran prosperidad y esto enorgullecía a los dirigentes que estaban ciegos sobre  la auténtica realidad y el fin que les esperaba. Ellos eran responsables de la deteriorada situación y pagarían las consecuencias. Sin embargo, parece que no reparaban en ello y se entregaban de lleno a comodidades extremas, lujo, glotonería, frivolidades y a alimentar su vanidad  personal. Observemos que en estos vv. todo se centra en el cuidado del cuerpo (comodidades y comidas, bebidas y  perfumes, matar el tiempo inventando instrumentos musicales). 

El exilio  (7-8). Aquellos que eran los "principales", "los notables", serian también los primeros en marchar al exilio. A mayor privilegio, mayor responsabilidad. Su orgullo y autocomplacencia les  llevará a perder su estado prominente, ¡E1 que se ensalza será humillado! Los líderes, no deben mirar solamente por  sí mismos sino que sus actos afectan a otros. De alguna manera moldean el destino de los  que están bajo su gobierno. Pero evidentemente, es­to no excluye el pueblo de culpa ya que cada uno tiene que dar cuenta de sus actos.

El terror (9-10). La indignación del Señor se deja sentir con toda su fuerza. El juramento por sí mismo es el compromiso de la to­talidad de su ser, de todos sus atributos. El juicio será terri­ble de modo que encontramos a diez hombres atemorizados por las condiciones del sitio de la ciudad: el hambre y las plagas la es­tán llenando de cadáveres. E1 panorama ha cambiado hasta tal pun­to que antes se atrevían a pronunciar el nombre de Yahweh y ahora el sentimiento de que les ha abandonado es tan grande que el uno al otro silencian su nombre.  Dios ya no está con su pueblo.

El enemigo (11-14). La nación ha actuado de forma absurda expresado por la frase  el "alegrarse en nada" e ilustrado por lo que va en contra de la naturaleza de las cosas correr: los caballos por las peñas y arar los bueyes en ellas (otras versiones dicen ¿se ara con bueyes en el mar?). Dios levantará a Asiria para ejecutar su juicio sobre toda la tierra cuyos límites había ensanchado Jeroboam y del que estaban tan orgullosos.

Aplicaciones: ¿Ciframos nuestros deseos y esperanzas en las cosas pasajeras?

¿Nos entretenemos en lo que no tiene ningún valor?

¿Contamos más con nuestras fuerzas que con el poder del Señor?

¿Por qué Amós describe a Israel  como "José"? Porque igual que el patriarca fue echado a un pozo mientras sus hermanos se sentaron a comer, así hacían sus dirigentes ahora (Gn 37:23-25, 42:21).

El v. 10 se refiere a la incineración de los cadáveres por temor a la extensión de la peste y eso era contrario a los hábitos semitas que repugnaron siempre la cremación, un signo de desastre. 

HA VENIDO EL FIN  Amós 7:1-17

 En la primera parte del libro escuchamos el rugido del león y del juicio que viene sobre Israel.

En la segunda se observa su proximidad, pues el enemigo empezó a acercarse y a rodear la tierra; el juicio era  inminente.  En la tercera y última ha venido el fin (8:1-3). Es trágica  la última palabra 8:3 (silencio).  En línea con el profetismo de Israel suena igualmente  una nota de restauración.

En la tercera parte descuellan dos características importantes:

  • El uso repetido del título divino "Señor Yahweh" en once ocasiones, es decir, Dios   Soberano, Yahweh Soberano. Las versiones que han cambiado el nombre personal de Dios por Señor, lo solventan poniendo "Señor mi Dios" o "Señor Omnipotente". Pero el uso de los nombres divinos está condicionado siempre al mensaje que trata de comunicar el autor sagrado y es una pena que aquí se pierda el sentido del nombre personal, un nombre que expresa revelación y salvación. El mensaje de Amós en esta parte del libro, enfatiza  la absoluta libertad de Dios para hacer cumplir sus deseos, para realizar todo lo que se ha propuesto en sus designios eternos.  
  • Se refiere a Israel como el pueblo de Dios. El Señor dice: "mi pueblo"(v.8).   

Las tres visiones  (1-9).  

 a) Calamidades  temporales. (vv. 1-2) El heno era una materia esencial para atender e las necesidades del ganado en una sociedad agrícola. Si se quedaban sin él peligra­ba la supervivencia nacional. No va a ocurrir, las langostas no de­vorarán la cosecha,

b) Calamidades sobrenaturales. (vv.4-6). El fue­go es el instrumento de la ira divina. Pero el Señor no los destrui­rá totalmente. En ambos casos  escucha la oración del profeta y se "arrepiente" en favor del remanente.

 c) Destrucción inminente. (vv.7-9) La plomada del  albañil ilustra perfectamente la medición más precisa. Israel ha sido medido  y la decisión divina es "no lo toleraré más". En esta ocasión Amós no puede interceder porque el Señor había de­cidido destruir a supueblo. Las calamidades no acabarán con. el resto fiel,  pero caerán los santuarios y la casa .real.

.El  profeta y el sacerdote  (10-17).

El contraste entre Amós yAmasías puede verse claramente. El  profeta era un hombre que había sido    llamado por Dios a un ministerio nada brillante y  peligroso. Parte de la obediencia a Yahweh y la fidelidad de dar el mensaje que ha recibido. En cambio el sacerdote es un hombre que manipula el mensaje que ha escuchado dando la impresión que el ministerio de Amós implicaba la conspiración. Invita al profeta a seguir su ejemplo de buscar seguridad física y económica y que  con su predi­cación está trastocando. Aparece también el orgullo del que osten­ta el poder religioso que no puede permitir que un advenedizo al­tere su status. ¿No ha ocurrido muchas veces en la historia de la Iglesia este enfrentamiento entre la jerarquía y los que deseaban una profunda renovación? Lamentablemente la institucionalización conduce al anquilosamiento. Apoltronados en sus sillares ¿quién osará alterar su posición con el mensaje vivo del evangelio?

Reflexión:

¿Qué es más importante? ¿Predicar fielmente aunque no sea del agrado de los oyentes o halagar a  estos con cualquier cosa con el propósito de no perder el status religioso? ¿Qué significa  la frase: "se arrepintió Yahweh de esto?  Bajo esta frase se esconde el hecho de que la voluntad de Dios no es algo mecánico, frío ni impersonal, sino que se mueve a impulsos de su amor y su preocupación e interés por los necesitados. Yahweh es el que oye la oración y vuelve su ira en perdón, de modo que podamos  comprender algo de lo que conlleva su amor por nosotros y cuando grande es este amor acudiendo a toda necesidad nuestra. La ira ha  sido satisfecha por la sangre de Jesús (Ro. 3:25); el amor sobre el pueblo escogido permanece para siempre.

LA INMINÉNCIA DEL FIN Amós 8:1-14

El juicio es inminente. Las señales están ahí para que todos se den cuenta. Las razones son expuestas una vez más.

El fin (1-10). La  ilustración del canastillo de fruta de verano era familiar a los israelitas. Pero además juega  con palabras hebreas kayits "verano" y  ha-kets"fin" de  pronunciación casi idéntica. El Señor viene a buscar la cosecha el fruto que estuvo madurando durante años. El Señor ya los había probado (4:6-11), pero ahora viene a recoger el fruto. El pueblo es merecedor  del castigo por su pecado. Era un pueblo que amaba más las ganancias que a su Dios y a estas más que a la honestidad. Explotaban al prójimo, amaban las ganancias deshonestas, trataban a los seres humanos como raeros instrumentos para alcanzar sus indignos fines y abusaban en el comercio. ¿Qué podía esperarse de una nación que se comportaba de esta manera? Las diferentes etapas del fin son expuestas da esta manera:terremotos, trastornos en el cosmos, los goces mundanos se convierten en llantos.

La palabra {11-14). El día de la prueba pone al descubierto cuales son las verdaderas necesidades espirituales,   pero desdichadamente  ya no llagarán a tiempo. Una vida nutrida a base de ritos vacíos tarde o temprano tendrá necesidad de la Palabra de Dios, Y empieza  la búsqueda por todas partes, pero "no la hallarán porque se dirigen a lugares equivocados y por caminos erróneos". ¡Tanto viajar cuando solamente  con atender a la voz profética, podían haberlo conseguido! Los quepagaban las consecuencias eran los jóvenes que habían sido enseñados en los cultos falsos. ¿No es parecido el cuadro de la .juventud occidental que ha caído en la trampa de las sectas o se ha dejado deslumbrar por el misticismo oriental pagano? Una sociedad, que ha echado a .Dios de su vida, ¿qué futuro podía es­perar sino este?

E1 pecado de Samaria era Asimah, una divinidad (diosa-madre) de origen cananeo. Y el camino de Beerseba era una invocación supersticiosa. El verbo "irán errantes" (v.12) se emplea para los ebrios que van de acá para allá zigzagueando por causa del vino (Is. 28:7), del mecer de los árboles por el viento (Is. 7:2), de los labios que se mueven (1 S. 1:13).  La frase "de mar a mar" quiere decir desde el mar muerto en el este, hasta el Mediterráneo al oeste. Luego desde el norte para volver otra vez al oriente desde donde partieron. No se menciona el sur porque hubiera significado ir a Jerusalén el lugar donde todavía la Palabra de Dios era escuchada.  Sincretis­mo ysuperstición se daban la mano en las peregrinaciones hacia el santuario sureño. ¿No nos da  la misma  impresión cuando oímos acerca de la moda  en los últimos años en cierto tipo de peregrina­ciones en diferentes lugares de nuestro país? Millones de personas vacías de la Palabra de Dios y llenas de superstición acuden a las "romerías" en una manifestación de religiosidad pagana que no tie­ne que envidiar la de los israelitas del tiempo de Amós.

Para Reflexión:

  • La verdad debe ser mantenida, guardada y transmitida. ¿Constituye la primera prioridad esta vocación de la iglesia de ser columna y baluarte de la verdad? (2 Ti. 1:13-14, 2:1, 2,15; 3:10-17, 4:1-5).
  • Hay errores frente a los cuales debemos oponer la verdad de las Escrituras.
  • Había errores definidos que había que nombrar por su nombre exacto, como lo que hace Amós en el v.14.

LA DESTRUCCIÓN DE ISRAEL Amós 9:1-15

Este capítulo representa el fin de algo que comenzó entre los años 931/930 a.C., cuando Jeroboam I se separó de Judá con diez tribus para establecer el reino de Israel en el norte. Aparece con nitidez la realidad de la destrucción del reino del  norte cuando se sienta en el trono Jeroboam II. Un reino fruto de la división y que duró un poco más de 200 años. Pero al mismo tiempo el Señor anuncia la promesa, de restauración del reino davídico.

El juicio inevitable (vv.1-10. Es Dios mismo el que dirige la des­trucción de la queno hay posibilidad alguna deescapar: sin refu­gio espiritual (Seol-morada de los muertos- y cielo-morada de Dios) y sin seguridad terrenal (la cumbre del Carmelo y las profundidades del mar). Carecen igualmente  de expectativa de futuro ya que no podrán librarse en el exilio. El Señor despliega su poder pero no de forma indiscriminada sino cada uno recibe lo que merece.

Nota textual: la serpiente marina del v. 3 es un monstruo mitológico contemporáneo que vivía en las profundidades. Amós usa esta  figura para describir la imposibilidad de huir de los israelitas. Lo que en las religiones paganas era un enemigo implacable de los hombres y de los dioses buenos, lo emplea como simple instrumento natural en manos de Yahweh para llevar a cabo sus propósitos. Así, Amós toma a la mitología como elemento decorativo para ilustrar la verdad del despliegue de la omnipotencia y la omnipresencia del único Dios.

¿Cómo puede destruir Dios al pueblo que ha elegido de forma espe­cial? El privilegio de serpueblo de Dios no les confería ventaja alguna  sobre las demás naciones en tanto no expresaran  por su comportamiento la santidad requerida por el Señor. No podían vivir de las experiencias del pasado, ya que lo que contaba ahora era la realidad del presente.  Y esta mostraba que Israel era pecador y su pretensión de ser un pueblo privilegiado solo les aca­rreaba una condenación mayor. Ellosdebían tener un conocimiento de Dios verdadero y, por tanto, una conducta mejor. No obstante, el pueblo no será destruido del todo aunque sí la casa de Jeroboam.Desaparece el reino del norte, pero no toda la nación.

La esperanza segura (11-15).  Implícitamente el v. 11 apunta a la caída del reino del sur al hablar de su resurgimiento. Dios susci­tará un rey que cumpliré las esperanzas mesiánicas. Para entender la mención de Edom debe seguirse su historia de continuo rencor a Israel y que, por tanto, tipifica al enemigo del pueblo de Dios por excelencia. Finalmente será vencido por el Mesías. Como consecuencia de que la maldición de la tierra habrá sido qui­tada, la bendición fluirá sin límites y la seguridad de su pueblo será eterna. (La esperanza mesiánica del AT es siempre universal). El ámbito de la profecía sobrepasa el tiempo del re­torno de Judá  a Israel, para adentrarnos en el glorioso futuro que nos espera en la nueva Jerusalén  de Ap. 21, en unos cielos y tierra nuevos.

Para reflexión:

  La garantía del cumplimiento de la profecía viene de Dios mis­mo (15b). ¿Es esta nuestra esperanza?

 Amós comenzó su libro diciendo: "Estas son las palabras de Amós" y lo termina diciendo: "Ha dicho Yahweh Dios tuyo". Es nuestro Dios, porque él mismo ha tomado sobre sí la responsabilidad de levantar de nuevo el reino (9:11), de restaurar las riquezas de su pueblo (9:14) y de darnos seguridad eterna en su heredad perpetua (9:15). Lo dice tu Dios, el Dios que se ha entregado a ti en Jesucristo.



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