Estudios bíblicos

Los profetas menores

El profeta Joel

Pedro Puigvert

increase font sizedecrease font size

Print Friendly and PDF

Joel

1. Introducción. 1:1-7

Sabemos muy poco de la vida de Joel. Su padre se llamaba Petuel, el cual puso a su hijo un nombre que significa "Yahweh es Dios" que es toda una confesión de fe, por lo que debía ser un hombre piadoso. No se menciona el lugar de su nacimiento ni tampoco la educación que recibió. Sin embargo, el libro muestra que tenía una gran capacidad para la escritura y esto es  indicio de haber recibido una esmerada educación pues está escrito en un estilo claro, brillante, vigoroso, lleno de figuras de lenguaje y expresiones dramáticas. Por el texto podemos suponer que de joven presenció la invasión de una terrible plaga de langostas, ya que como hemos leído hace de ella el tema del primer capítulo y la base que ilustra el resto del libro. (Esta plaga no sirve para poner fecha al libro, porque hubo muchas en Palestina a lo largo de los siglos. En la obra Historia Natural, Instituto Gallach, Barcelona, 1929, vol. 2, pp. 152-156, se describe el impacto de las plagas de langostas en estos términos: "No es preciso acudir a la antigüedad en busca de datos referentes a los daños de las langostas, pues sus plagas han sido muy frecuentes en épocas más cercanas a nosotros. En 1835, China fue devastada por los Acrídidos. Los campos quedaron pelados; las cosechas almacenadas y encerradas en las granjas, consumidas en gran parte; los habitantes aterrados  huían de todos los lugares en dirección a las montañas. En casi toda España, en años más recientes, 1900 a 1901, se evaluó la superficie infestada en 214.000 hectáreas, repartidas en numerosas provincias. De 1910 a 1912, la plaga fue también muy enorme en los Estados Unidos, los daños producidos han sido muy considerables en varias ocasiones, pero sobre todo en 1874, año en que hubo una de las invasiones más desastrosas de que existe recuerdo en la historia de aquella nación". También en 1915 hubo otra en Palestina). Así como había castigado Dios a Israel con esta terrible plaga, en el futuro les daría un correctivo mayor cuando viniere del norte una nación que les invadiría. El libro trata de la venida del día del juicio, porque el pueblo había ofendido a Dios pecando gravemente. El honor de Dios demandaba una reparación y era necesario que el pueblo se entregase a la oración, al ayuno y al arrepentimiento, si querían escapar de la ira venidera.

2. Trasfondo histórico

     El período central del ministerio de Joel ha de situarse cuando Atalía (hija de Acab y nieta de Omri) usurpó el trono a la muerte de su hijo Ocozías. Joram, el esposo de Atalía había muerto mucho antes, cuando "Yahweh lo hirió con una enfermedad incurable en los intestinos "(2 Cr. 21:18-19). Ocozías reinó solo un año y halló la muerte en su visita a Israel y fue entonces cuando Atalía se apoderó del trono de Judá, después de matar a todos sus nietos para poder reinar legalmente. Pero algo le falló a la malvada hija de Jezabel, pues uno de sus nietos, Joás, se salvó de la matanza y reinó posteriormente (2 R. 11:1-16, 2 Cr. 22:10-23:15). Joás se salvó gracias a su tía Josabá o Josabet (según lo leamos en Reyes o en Crónicas), hermana de Ocozías que escondió al niño de un año y a su nodriza en uno de los dormitorios. Cuando cumplió siete años se organizó un complot para hacerle rey promovido por el sumo sacerdote Joiada, marido de Josabá. Cuando todo estuvo a punto, Joás su presentado en el templo y coronado rey.  Pero Atalía se dio cuenta y fue al templo.  Al ver al rey exclamó "¡traición!   ¡Traición!"  Joiada ordenó que la sacaran fuera y la mataran. El reinado de Joás fue bueno, pero no tanto por sus méritos como por los de Joiada,  quien realmente gobernó durante la minoría de edad del rey. Inició una reforma religiosa destruyendo toda la idolatría introducida por Atalía, como el templo de Baal-Melqart, sus altares y sus imágenes. Se dio muerte a Matán, el sacerdote de Baal, y se restableció de nuevo el culto a Yahweh según estaba prescrito en la ley de Moisés, aunque  quedaron algunos lugares altos en funcionamiento. Años más tarde, llegado a su mayoría de edad, Joás mandó que se reparase el templo que había resultado dañado por Atalía y sus hijos (2 Cr. 24:7). Mientras Joiada estuvo en vida, Joás permaneció fiel a Dios, pero a su muerte, el rey se dejó aconsejar por otros que estaban a favor de restaurar el culto de Baal-Melqart y su esposa Aserá y las imágenes esculpidas (2 Cr. 24:17-18). Fue entonces cuando tuvo lugar el apedreamiento del profeta Zacarías, hijo del sacerdote Joiada, no el que escribió el libro que lleva su nombre, puesto que este era hijo de Berequías (Zac. 1:1) y además entre ambos median más de 300 años de diferencia. Aquí tenemos un problema al que todavía no se ha hallado solución: en Mt. 23:35, Jesús se refiere a un Zacarías que fue muerto entre en templo y el altar, como hijo de Berequías, (en Lucas 11:51 se omite el nombre de Berequías) pero que era el hijo de Joiada, que murió así, porque el otro profeta no murió de esta manera ¿Cómo dar respuesta satisfactoria a esta contradicción? Existen dos conjeturas: a) que se trate de un añadido, cosa improbable pues el texto mateano es auténtico; b) que el Zacarías asesinado tuviera un abuelo que se llamase Berequías (extremo no confirmado, es solo suposición) y conforme a la costumbre de Israel, a veces se nombra a uno como  hijo de alguien, cuando en realidad no es el padre, sino el abuelo, como hemos visto más arriba con Atalía. Sin embargo, el sentido de las palabras de Jesús es claro: se refiere al primer y último mártir de Israel mencionados en el AT (Abel y Zacarías), pues el canon  judío se cierra con 2º Crónicas. Joel vivió durante este tumultuoso tiempo. Estaría informado de la desnaturalizada acción de Atalía al matar a sus nietos, su perverso gobierno y la introducción de la idolatría. Pero también sentiría alivio cuando Joás fue coronado rey.

3. Fecha

    A diferencia de otros profetas, como por ejemplo Oseas, Joel no nos da ninguna indicación clara para conocer cuando profetizó, de manera que tenemos que deducirla por los detalles que el libro proporciona. Hay disparidad de criterios a la hora de poner fecha a este libro: los eruditos conservadores se inclinan, en general, por una fecha antigua dentro  del reinado de Joás (835-796 a.C.), mientras que los liberales adoptan una fecha tardía, como tienen por norma, después del exilio. Pero entonces eliminan el elemento predictivo de la profecía y lo convierten en historia. Sin embargo, hay razones para determinar una fecha antigua:

3.1. Los enemigos de Judá. Menciona concretamente a Tiro y Sidón al norte (3:4); Filistea al oeste (3:4); Egipto al sudeste (3:19) y Edom al sur (3:19). En cambio no nombra a Asiria, ni Babilonia ni Persia, imperios que fueron sucesivamente enemigos de Judá y que en el caso de haber profetizado después del exilio los habría citado. Por tanto, esto sugiere una fecha temprana.

3.2. El canon del AT. Para eso es importante señalar que Joel se encuentra entre los primeros seis profetas menores (recordemos que en el canon hebreo es un solo libro) y esto sugiere una fecha temprana Si Joel se hubiera escrito con posteridad al exilio, estaría al final de la lista junto a los tres últimos y no al principio.

No añadimos más razones por ser muy técnicas, ni tampoco las de los liberales y como se rebaten.

4. Estructura                                   

Se trata de una profecía dura que habla de juicio y eso no es agradable. Pero también anuncia la restauración del pueblo de Dios.Si examinamos a vuelo de pájaro todo el libro nos podemos hacer una idea de su contenido.Está estructurado en cuatro partes diferenciadas.

4.1. La primera anuncia una plaga de langostas que tipifica el juicio de Dios y prefigura una futura invasión de los caldeos (1:1-20).

       a) Descripción de la plaga (vv.3-8)

       b) Consecuencias de la plaga (vv.9-20)

4.2 En la segunda, tras el anuncio de juicio sigue una llamada al arrepentimiento con la promesa de que Dios hará misericordia (2:1-17).

      a) Características del día de Yahweh (vv.1-11)

      b) Objetivos del día de Yahweh (vv.12-17)

4.3. La tercera  pregona  las promesas de lluvias de bendición que incluye el anuncio del derramamiento del Espíritu al final de los tiempos (2:18-32).

       a) Restauración de la tierra (vv. 18-27)

       b) Restauración del pueblo (vv. 28-32)

4.4. La cuarta y última describe  el triunfo final de Dios en el día del juicio de Yahweh (3:1-21).

       a) Juicio de las naciones (vv. 1-15)

       b) Salvación del pueblo de Dios (vv.16-21)

  1. Anuncio de la devastación (vv.1-20).

      La profecía se dirige a los ancianos,  los dirigentes del pueblo, al no haber rey, (recordemos que Joás era un niño)  pero también al pueblo para anunciar el juicio de Dios (vv.1-2).

5.1. La plaga de langostas (vv.3-8) Aunque se emplean cuatro palabras diferentes, no se refiere a cuatro plagas distintas, sino que cada nombre de insecto  es otra manera de designar  a la langosta, pues en hebreo hay nueve palabras diferentes para "langosta". Los acrídidos, conocidos popularmente como langostas o saltamontes, son una familia de insectos ortópteros caracterizados por su gran facilidad para migrar de un sitio a otro y, en determinadas circunstancias, reproducirse muy rápidamente llegando a formar devastadoras plagas. Esto se evidencia  por la destrucción que causarán en las viñas después de haberse tragado las hojas y las cortezas de los árboles. Probablemente está en relación directa a la mención de los borrachos y los que beben vino, porque se les  terminará el elemento que les daba  alegría.

5.2. Consecuencias de la plaga (vv.9-20). La devastación que se anuncia afectará prácticamente a toda la vida de Judá empezando por el templo que carecerá de lo imprescindible para  ofrecer culto a Dios. El campo que es el medio de producción más importante para ellos perderá las cosechas. Los árboles que proveían de fruta a la población se quedarán secos. De ahí que el profeta haga un llamamiento al arrepentimiento y al ayuno empezando por los sacerdotes, los dirigentes y todo el pueblo de Judá. La única salida que les queda es clamar a Yahweh. Todas estas desgracias forman parte de los juicios temporales de Dios que anticipan el día de Yahweh. El cumplimiento tuvo lugar con  la invasión caldea si creemos que el libro fue escrito en el siglo IX a.C. Si le damos una fecha  más tardía, entonces se trataría  de los griegos. Tanto si lo entendemos de una manera como de otra el juicio de Dios está presente.

Aplicación: Los juicios parciales de Dios en la historia tienen como objetivo el arrepentimiento del pueblo de Dios y apuntan a un juicio todavía más severo en el futuro. El pecado del pueblo de Dios afecta a todos sus componentes e impide el culto a Dios. Pensamiento anónimo: "A veces vemos más a través de una lágrima que a través de un telescopio.      

6. El día de Yahweh (2:1-17)

Con la frase "el día de Yahweh", la Biblia describe la intervención final de Dios en la historia humana. Algunos en Judá, entendían que  esta intervención divina  era para castigar a sus enemigos y liberarles del yugo  de sus opresores. Pero los profetas corrigieron  esta idea haciéndoles ver que ellos no estaban exentos de la ira de Dios por cuanto habían pecado y necesitaban arrepentirse.

6.1. Características del día de Yahweh (vv. 1-11). El profeta anuncia la proximidad  de este día. Es habitual que los profetas contemplen los acontecimientos futuros como si su manifestación fuese inmediata. En otras ocasiones es al revés, hablan en pasado sobre hechos todavía por venir. El día de Yahweh es un día de tinieblas y oscuridad, porque la luz siempre se asocia con la salvación y las tinieblas con el juicio. No podemos pasar por alto que el trasfondo sigue siendo la plaga de langostas, el juicio que Dios traerá sobre Judá por medio de un pueblo fuerte y grande, muy probablemente el imperio babilónico. Así mismo, es un día terrible e insoportable porque no afectará solamente a la tierra, sino que conmoverá al universo entero. Todas las fuerzas de la creación  estarán al servicio del Señor cuya actuación será crucial para juzgar con justicia. Por su naturaleza, el alcance no será únicamente local, sino universal.

      6.2. Objetivos del día de Yahweh (12-17).El primero y principal es que el pueblo se convierta al Señor de todo corazón. El corazón para los hebreos concierne al  intelecto y no a las emociones, aunque las incluye.  Volverse a Dios de corazón es una respuesta de la voluntad al requerimiento divino o una actitud de la mente. La base es la misericordia divina por la que puede ofrecer el perdón de los pecados al que se arrepiente. La exteriorización de su arrepentimiento se muestra por medio del ayuno al que está convocado todo el pueblo sin exclusión de edad ni sexo.

Aplicación: El día de Yahweh llegó a Judá cuando fue castigado y deportado a Babilonia. Nosotros esperamos este día con la manifestación de nuestro Señor Jesucristo en su retorno glorioso, pero en tanto que  hijos de Dios ya no habrá ninguna condenación al haber creído en él (Ro. 8:1), pero para los impíos e incrédulos será un día terrible de condenación eterna. Estamos convocados a proclamar a todos los hombres que se vuelvan a Dios, pues aún estamos en el tiempo de la gracia. Pensamiento anónimo: Dios a veces tiene que hacernos caer de espaldas para que miremos hacia arriba. 

7. Restauración de la tierra y el pueblo (2:18-32)

     El Creador de todas las cosas tiene cuidado de la tierra a la que restaurará lo destruido por la langosta. Asimismo, el Creador del hombre, una vez este se ha arrepentido de sus pecados, le mostrará su gracia perdonándole.

7.1. Restauración de la tierra (vv.18-27). El pecado no afectó solamente a la raza humana, sino también a la creación, participando de la maldición de la humanidad caída. Cuando Dios perdona a su pueblo,  la  maldición  se vuelve en bendición  y la tierra es restaurada produciendo todo tipo de frutos. La descripción que tenemos en este pasaje traspasa las fronteras de Judá y señala escatológicamente a la restauración de los cielos nuevos y la tierra nueva (21).  Un día asociado a nuestra propia restauración, es decir, resurrección, en que veremos  una creación renovada y participaremos de las bendiciones de Dios de una manera plena.

7.2. Restauración del pueblo (28-32). Las bendiciones de la tierra se agradecían a Dios en la fiesta de Pentecostés donde eran ofrecidas las primicias de una cosecha que se esperaba abundante. De ahí  que en dicha fiesta se produjera el derramamiento del Espíritu Santo. Los frutos de la tierra se relacionan con el  futuro en que el Espíritu Santo sería derramado sobre toda carne sin discriminación de sexo, edad o condición social. Este hecho señalará el principio de los tiempos del fin  o como Pedro especificó "los postreros días". Los profetas del AT contemplan la era mesiánica como la última de la historia en la que se incluían tanto la inauguración como la consumación sin distinguirlas. Esto mismo hace Joel; al derramamiento del Espíritu Santo siguen grandes señales cósmicas, aunque en la realidad estarán separadas por siglos.

Aplicación: nuestra falta de perspectiva profética afecta a la visión de una tierra nueva. Los cristianos deberíamos ser los más interesados en la protección del medio ambiente y los máximos defensores de la naturaleza con nuestro ejemplo y testimonio. Pensamiento: "La doctrina de la nueva tierra debería darnos esperanza, valor y optimismo en estos días de desesperanza general "(Anthony Hoeckema). 

8.El juicio en elvalle de la decisión (3:1-21)                                

El valle de la decisión o de Josafat, no se trata de una designación geográfica, sino que por el significado de nombre Josafat (Yahweh ha juzgado)  señala  un lugar en el que Dios juzgará de acuerdo con la expresión "me sentaré para juzgar". Las naciones paganas recibirán el pago por el trato desconsiderado que han dispensado al pueblo de Dios y este será librado del yugo que pesaba sobre él. . 

 8.1. Juicio de las naciones (vv.1-15). El retorno de la cautividad del reino del sur cobra una dimensión escatológica por el significado que sugieren las palabras imprecisas "en aquellos días" y "en aquel tiempo".Dios reúne a las naciones para actuar como Juez. Algunas personas niegan la existencia de Dios porque según ellas debería castigar a los responsables de cometer injusticias en este mundo. Pero no se dan cuenta que Dios es soberano y paciente, lento para la ira y grande en misericordia. Cuando él decida que el tiempo de la gracia se ha acabado, intervendrá con poder y todo el mundo deberá comparecer  ante él para ser juzgado. Los pueblos que habían actuado de manera inhumana contra Judá deberán comparecer ante el tribunal divino y sus pecados puestos al descubierto: desde el desprecio de la dignidad humana, pasando por la rapiña y terminando en la venganza.

8.2. Salvación del pueblo de Dios (vv.16-21). Es la otra cara de la moneda, al contemplar al pueblo de Dios. El rugido del león es un modismo (hebraísmo) que expresa el juicio de Yahweh desde Sión. El pueblo de Dios no debe temer porque Yahweh es su esperanza y ellos le conocerán de manera íntima y personal. El lugar donde habita el Señor es santo y de ahí que el monte y la ciudad también lo sean. El profeta usa diversas figuras para mostrar las bendiciones del estado eterno, como anteriormente en 2:1-15 había  hecho con otras para exponer el juicio final. La destilación de los montes y collados o las aguas que fluyen del templo, deben ser tomadas simbólicamente como expresión de la plenitud de vida en la misma presencia del Señor. La abundancia de aguas en los arroyos, es signo de fertilidad. Esta parte tiene un paralelo con Ap. 22:1-5 de un paraíso recobrado.

Aplicación: Todas las guerras, antiguas y modernas ponen de relieve la capacidad del hombre para hacer el mal. Además, en las mismas guerras se dan situaciones inverosímiles cuando los hombres actúan de manera inhumana. Notemos que el libro de Joel termina con un canto de triunfo: "Y Yahweh morará en Sión".

APÉNDICE

LOS POSTREROS DÍAS

El profeta Joel había anunciado el derramamiento del Espíritu Santo y Pedro toma la cita de la versión de los Setenta, en lugar del texto hebreo, aunque con algunas variantes. Por ejemplo, tanto en el texto hebreo como en el griego dice: "después de esto" y en el mensaje de Pedro recogido por Lucas tenemos: "y en los postreros días".  Esta frase es habitual en el NT juntamente con sus sinónimos. Se refiere al período de tiempo que va desde la venida de Cristo en humillación hasta su regreso en la consumación de todas las cosas. El tiempo en la Biblia es lineal y desde la perspectiva del AT vendría un tiempo que sería el último de la historia. Este es el tiempo que vivimos a partir de la encarnación del Hijo de Dios y demás hechos relacionados con la obra e Cristo, entre los que se encuentra el derramamiento del Espíritu Santo.

Otra variante se halla en la frase "derramaré de mi Espíritu" que procede de la Septuaginta, mientras que en  hebreo dice: "derramaré mi Espíritu".  Para Meyer se trata de una expresión de partición, es decir, que de la plenitud del Espíritu, Dios da a cada uno cierta medida, según sus necesidades, su capacidad o su vocación. Esto estaría en  consonancia con Ro. 8:23 y Ef. 1:14. De paso hay que añadir que el  verbo derramar denota la abundancia del don del Espíritu y toda carne indica la universalidad de la acción detallada en la frase siguiente. Mientras en el AT el Espíritu era derramado sobre unos pocos de forma selectiva, en el NT se derrama sobre todos los creyentes. Notemos una nueva variante: el original hebreo se refiere a los siervos y las siervas, mientras en la versión griega se añade los posesivos "mis" siervos y "mis" siervas. Por la obra del Espíritu Santo, los siervos y las siervas pueden volverse en servidores de Dios. Finalmente, la expresión "y profetizarán", no se halla ni en el hebreo ni el griego del texto de Joel.

Examinada la profecía en conjunto resaltan los aspectos siguientes:

  1. La universalidad del derramamiento del Espíritu.
  2. Sin distinción alguna en cuanto a edad, sexo y clase social.
  3. Los demás aspectos más sobresalientes se concretan en el don de la profecía, que consiste en hablar de parte de Dios. Cualquier mensaje nuevo no podía ser aceptado sin el sello apostólico (Jn. 16:13). Por tanto, profetizar, debemos entenderlo como dar un mensaje de parte de Dios en conformidad a lo que está revelado.
  4. Los prodigios y las señales se relacionan con el día del Señor y su objetivo era conducir a los oyentes al arrepentimiento.
  5. La promesa de salvación para todo el que invocare el nombre del Señor.
  6. El día del Señor

Esta frase es un concepto escatológico que aparece en el AT que lo mismo puede ser visto como un día futuro pero cercano en el que Dios destruirá repentinamente a los enemigos de Israel, como un día escatológico final de juicio y salvación. En otras ocasiones aparecen juntos en una misma profecía, un día lejano y otros cercano (Is. 13), pero lo más habitual es que esta expresión señale un día  al final de los tiempos y como en esta profecía acompañado de señales y relacionado con la salvación. En algunos pasajes del AT se conecta con los cielos nuevos y la tierra nueva, especialmente en Isaías. Dice George Ladd: "la idea bíblica de redención siempre incluye la tierra. El pensamiento hebreo vio una unidad esencial entre el hombre y la naturaleza. Los profetas no consideran la tierra como un mero teatro indiferente en el cual el hombre lleva a cabo su tarea normal, sino como una expresión de la gloria divina. El AT en ningún lugar propone la esperanza de una redención incorpórea, inmaterial, puramente "espiritual", tal como lo hizo el pensamiento griego. La tierra es por decreto divino, el escenario de la existencia humana. La tierra ha sido además, involucrada en los males que el pecado ha ocasionado. Existe una interrelación entre la naturaleza y la vida moral del hombre; por tanto, la tierra ha de compartir también la redención final de Dios" (Ro. 8:20-23).

  1. La invocación del nombre del Señor

De acuerdo con el infinitivo epikaleo "invocar" que es uno de los sinónimos que se podía usar, significa "llamar sobre", es decir, llamar a favor de uno mismo (Cf. Hch. 7:59), una invocación reconociendo a alguien –en este caso a Cristo como Señor- y adorándole, con todo lo que el nombre implica: autoridad, carácter, majestad, poder y excelencia. Allí donde en el AT dice Yahweh, en el NT se aplica a Cristo como Señor.



VISITE ESTAS SECCIONES

BALUARTE

El boletín de la iglesia con artículos, noticias, poesía y las actividades previstas es el período correspondiente. Su publicación es bimestral y se puede descargar

VERDAD VIVA

El suplemento bimestral evangelístico de Baluarte que aporta un mensaje de esperanza para aquellos que aún no han recibido a Cristo como Señor y Salvador.

MENSAJES DOMINICALES

La Palabra de Dios que cada domingo por la mañana se ofrece por diferentes predicadores desde el púlpito de la iglesia, aquí en formato de audio.