Elías en el pozo de la depresión
Pedro Puigvert
Grandes siervos de Dios, como Elías y Jeremías, incluso el Señor Jesucristo, pasaron por crisis depresivas durante su ministerio. Con referencia a Elías, vemos que después de haber obtenido una gran victoria sobre los profetas de Baal, pasa en poco tiempo a ser presa de pánico por la amenaza de Jezabel de terminar con su vida (vv.1-2).
Después de recibir por un mensajero la amenaza de la malvada reina, Elías no se detuvo para orar a Yahweh. Actuó por un impulso y salió huyendo a Beerseba para salvar su vida, al sur de Judá. Desde Jezreel hasta Beerseba, había unos 150 km., donde dejó a su criado para no exponer su vida (v.3). Algunas veces cuando nos surge una gran dificultad nos dejamos llevar por presiones, sin haber orado antes, consultando al Señor lo que debemos hacer.
A la pregunta de qué hacía allí, el profeta manifiesta haber sentido un vivo celo, porque a pesar de su huida no había rehusado el ministerio encomendado por Dios y al mismo tiempo denuncia a Israel por haber abandonado el pacto (v.10).
Restaurado por Dios, vuelve a expresar su celo por Yahweh (v.14).
Conclusión. Cuando pasamos por pruebas que nos deprimen debemos buscar a Dios en oración. Lo que necesitamos entonces no es tanto una manifestación terrorífica divina, sino el consuelo en el silbo apacible o delicado. Restaurados y preparados para servir.
Siguientes capítulos del profeta Elías |
---|
El boletín de la iglesia con artículos, noticias, poesía y las actividades previstas es el período correspondiente. Su publicación es bimestral y se puede descargar