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[Al músico principal; sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat.] Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día. |
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Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia. |
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En el día que temo, Yo en ti confío. |
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En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? |
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Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal. |
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Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma. |
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Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos. |
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Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro? |
| 9 |
Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí. |
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En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré. |
| 11 |
En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? |
| 12 |
Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas. |
| 13 |
Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven. |
