Page 3 - Verdad viva
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110 (evangelístico):Butlleti 08  26/08/2025  12:00  Página 2


          El fruto de la unión con  Cristo                                                    nuestra vida hagamos nada para servirle, son los cristianos nominales. En tercer lugar,
          El Padre al enviar al Hijo al mundo es el labrador responsable del crecimiento de la vid  podemos aceptarle como Maestro y luego en vista de las dificultades que se nos pre-
          porque él es el que lleva a los creyentes a Cristo. Por tanto, tiene la misión de quitar los  sentan o el deseo de vivir nuestra vida al margen de Dios, le abandonamos, son los
          pámpanos improductivos, aquellos que aparentemente pertenecen a la vid, pero no     apóstatas. El pámpano improductivo acaba en el fuego, es decir,  la inutilidad invita al
          están genuinamente unidos a ella y de ahí que sean juzgados. Piénsese por ejemplo   desastre.
          en Judas. Además el fruto es evidencia de la bondad del árbol y es conocido por él.
          Mientras tanto, los sarmientos productivos son limpiados para que lleven más fruto. Los  Los resultados de la unión con Cristo
          discípulos ya están limpios porque han recibido la palabra de Jesús que es la palabra  Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que que-
          de Dios. El fruto de la unión del creyente con Cristo es en primer lugar el fruto del Es-  ráis y se os concederá (Jn. 15:7-9).
          píritu por medio del cual somos purificados para que manifestemos una vida auténtica  Permanecer unido a Cristo o estar desmembrado de él, tiene consecuencias distintas.
          plenamente unidos a Cristo. Este fruto tiene que ver con la calidad de nuestra vida como  La primera tiene como resultado la promesa de recibir lo que se pida en oración y ser
          cristianos, una vida que Cristo dirige por su Espíritu que mora en nosotros.
                                                                                              reconocido como un discípulo auténtico, mientras que la segunda, lleva inexorable-
                                                                                              mente a un juicio condenatorio.
          La necesidad de permanecer unidos a Cristo
          Permaneced en mí y yo en vosotros (Jn. 15:4). De las palabras precedentes, Jesús de-  1. La oración concedida. Después de las duras palabras a los excluidos, Jesús vuelve
          riva un imperativo: permaneced en mí y viceversa porque él es la fuente de la vida es-  a dirigirse a los verdaderos discípulos con la promesa de que sus oraciones les serán
          piritual. Esto es necesario porque como ocurre con la vid así también sucede con el  concedidas, pero con el requisito ineludible de permanecer en él y su palabra mo-
          creyente. Si no se nutre de la savia que procede de la cepa no puede producir fruto.  rando en ellos. Estos son los vínculos que garantizan la comunión con Cristo y como
          Unirse a Cristo por la fe, puede resultar relativamente fácil, lo difícil es permanecer o per-  resultado pueden pedir lo que quieran, porque será de acuerdo con su voluntad, al re-
          severar unido a él. Un pámpano separado de la cepa no tiene sentido ni objeto, así   tener las palabras de Cristo.
          también el cristiano que no permanece en Cristo. Jesús dice que algunos de sus se-   2. La glorificación del Padre. Cuando los discípulos lleven mucho fruto por su unión
          guidores son estupendos sarmientos productores suyos y otros son  explotadores de la  con Cristo, glorificarán con ello al Padre y manifestarán que son verdaderamente dis-
          vid que no dan ningún fruto. ¿En quién estaba pensando Jesús al hablar de los pám-   cípulos de Jesús. Lo mismo ocurre con los cristianos de todos los tiempos que somos
          panos estériles? Podemos dar dos respuestas:                                         reconocidos por reproducir en nuestra vida el carácter moral de nuestro Señor.
           1) Jesús estaba pensando en los judíos. Podemos deducirlo por la manera como los    3. Ser amados por Cristo. Con la medida que el Padre ha amado al Hijo, este ha
           profetas se habían referido al pueblo de Israel: como una viña improductiva; Israel es  amado a sus discípulos hasta el fin. Sobre la base de este amor, puede darles el im-
           como una vid cuya madera solo sirve para el fuego;  es como una parra en medio de   perativo de permanecer en su amor, pero con la condición de guardar sus manda-
           la viña que es arrojada al desierto; es una frondosa parra sin fruto. La mayoría de los  mientos, cuyo ejemplo mayor es el mismo Jesús.
           judíos se negaban a escuchar  a Jesús y a aceptarle como el Mesías, por tanto, eran
           pámpanos estériles y secos.                                                        Conclusión
           2) Jesús estaría pensando en los cristianos nominales. En este sentido podemos apli-  ¿Piensas que eres cristiano? ¿Estás unido a Cristo como el pámpano a la vid? ¿Eres
           carlo de una manera general a los cristianos cuyo cristianismo es una mera profe-  solamente un cristiano nominal que no obedece los mandamientos de Dios?  Cristo te
           sión sin práctica  de su fe y que es el modo como se definen muchos en el día de hoy:  llama al arrepentimiento y a creer en él para ser salvo.
           “soy creyente, pero no practicante.” ¿Hemos visto una contradicción mayor? Ser cre-                                                              Pedro Puigvert
           yente en Jesucristo implica ser practicante porque lo contrario es solo hipocresía o de-
           mostración palpable que puede ser creyente de algo pero no un cristiano genuino
           nacido de nuevo. Estos son los que se llaman cristianos, pero son inútiles, muchas                    El que dice que permanece en él,
           hojas, es decir, apariencia, pero no tienen fruto y el verdadero cristianismo se ve por                 debe andar como él anduvo.
           el fruto. En este grupo también podríamos incluir a aquellos a los que se refiere la
           carta a los Hebreos, los apóstatas. Son los que oyeron el mensaje y aparentemente                                  1ª Juan 2:6
           lo aceptaron, pero después con las primeras pruebas abandonaron al Maestro al que
           se supone debían seguir.
          Así que hay tres maneras en que podemos ser pámpanos improductivos: en primer
          lugar podemos negarnos a escuchar a Jesucristo como hacían los judíos. En segundo
          lugar, podemos escucharle y luego confesarle de labios para fuera pero sin que en
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