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104 (evangelístico):Butlleti 08  28/08/2024  14:24  Página 2


          ¿Qué debemos conocer para ser consolados?                                            La cruz de Cristo, que pone de manifiesto nuestro pecado y la justicia de Dios, es la
          Lo primero que debemos conocer  para gozar luego de la consolación del Señor es re-  más poderosa motivación de santificación y la fuente de la paz y el consuelo. No
          conocernos pecadores y no hacer como los incrédulos fariseos que permanecían en las  hemos sido rescatados con lo más preciados metales, como el oro o la plata, sino
          tinieblas del pecado aunque  consideraban que estaban en la luz. Jesús les dijo: Si fue-  con la sangre de Cristo como un cordero sin mácula. El ser humano  ya no puede vivir
          rais ciegos no tendríais pecado, pero como dais por hecho que veis, vuestro pecado es  como antes de su conversión porque ha pasado a pertenecer de aquél que lo com-
          evidente. Ellos no estaban dispuestos a reconocer su pecado creyéndose limpios en un  pró. La magnitud de la obra de Cristo cobra aquí un relieve especial.
          alarde orgullo espiritual. Sin embargo, el exciego creyó y adoró al Señor (Juan 9:38). Un  Que somos guardados por Cristo. A todo lo dicho anteriormente viene a sumarse la
          fanático religioso es como la pupila del ojo; cuanta más luz recibe, más se contrae para  seguridad de nuestra salvación, que confirma la imposibilidad de que Jesús rechace
          resistir su acción. Es mejor confesar nuestra ceguera para recibir la luz del Señor sin  a los que van a él, puesto que ha descendido del cielo para hacer en todas las cosas
          jactarnos de ver las cosas claramente y quedar en tinieblas. Este es el primer paso en  la voluntad del que le envió: el Padre. Esta voluntad está llena de misericordia y amor,
          la vida cristiana, porque sabemos que no hay justo ni aún uno.
                                                                                               y tiene como objetivo que el Hijo no deje que se pierda ninguno de los que le son
                                                                                               dados, sino que los salve impartiéndoles una vida imperecedera que tendrá su plena
          Cristo Jesús nos ha liberado                                                         culminación en la resurrección del día postrero. Entonces la salvación estará com-
          En esto consiste la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Je-  pleta. Como dijo Bengel: “es el límite, más allá del cual ya no hay peligro”. ¿Cómo
          sucristo a quien has enviado (Juan 17:3). Sería penoso quedarnos con que somos pe-   dicen algunos que no podemos tener seguridad de salvación y ser consolados  en
          cadores sin solución alguna, sin embargo,  hay una vida eterna preparada para los    esta vida con ella?
          elegidos ¡qué consolación! Conocer no es un mero acto intelectual, sino una relación
          de íntima comunión con una persona, en este caso con el único Dios verdadero y Je-   Tenemos la seguridad de la vida eterna. ¿Queremos mayor seguridad que esta? Si
          sucristo su enviado. La salvación se encuentra en Cristo de manera exclusiva y fuera  Dios en Cristo es el garante infalible de su verdad, lo es por partida doble: por su obra
          de él no hay posibilidad de obtenerla.
                                                                                               en nosotros, en todo verdadero creyente, pues es él quien nos confirma en Cristo,
                                                                                               uniéndonos a él como los miembros a la cabeza, haciéndonos partícipes de su natu-
          ¿Para qué hemos sido liberados de nuestro pecado?                                    raleza por medio de la unción del Espíritu que Cristo recibió. Además, por el mismo
          Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Jesús, sacrificio de alabanza, es decir, fruto  Espíritu nos selló, como se confirma y autentica un documento por medio de un sello
          de labios que confiesan su nombre (Hebreos 13:15).  Para ofrecerle al Señor un culto  oficial. Lo ha dado como arras de todo lo prometido. Por eso podemos decir que te-
          de alabanza. Teniendo el sacrificio perfecto para la expiación y el perdón de nuestros  nemos la vida y no solo que la tendremos.
          pecados, debemos ofrecer sacrificios verdaderamente espirituales, sacrificios de ala-
          banza y confesión del nombre de Dios, que es el fruto de labios. Todo esto pertenece  Conclusión
          al ámbito del culto que encuentra su mejor expresión cuando  la vida es  ofrecida en el  A la pregunta de cuál es nuestro consuelo en la vida y en la muerte, podemos contes-
          altar cultual cada día.
                                                                                              tar que, aunque somos pecadores, nuestro consuelo se halla en Dios, que nos ha re-
                                                                                              dimido por medio de su Hijo y nos ha dado la vida eterna, garantizada por la sangre de
          ¿Cuál es nuestro único consuelo?                                                    su cruz y por la obra del Espíritu Santo sin que nosotros tengamos que hacer otra cosa
          Siguiendo el recorrido de la fe cristiana que abarca tanto la vida como la muerte pode-  que seguirle en obediencia.
          mos ver algunas cosas consoladoras:
           Que pertenecemos a Cristo. Hay dos cosas que caracterizan un templo:
                                                                                                                                                            Pedro Puigvert
            a) su carácter sagrado como morada de Dios, por lo que no puede ser profanado im-
            punemente;
            b) no es propiedad del hombre, sino de Dios.                                                       El que tiene al Hijo, tiene la vida;
           Ambos aspectos se pueden aplicar al cuerpo del creyente: somos templo porque el            el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
           Espíritu Santo mora en nosotros y no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a
           Dios. Como el Espíritu mora en nosotros, no puede ser profanado si no queremos in-                                1ª Juan 5:12
           currir en gran culpabilidad, y por pertenecer a Dios no está a nuestra disposición, sino
           para ser usado para los propósitos que él lo destinó. Nuestro deber es cuidar nues-
           tro cuerpo y glorificar a Dios con él.
           Que hemos sido comprados con la sangre de Cristo. Uno de los motivos de nuestra
           conducta cristiana en esta vida es el inmenso precio en que hemos sido redimidos.
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