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Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. |
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He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. |
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Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. |
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De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. |
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Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; |
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porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. |
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Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? |
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Esta persuasión no procede de aquel que os llama. |
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Un poco de levadura leuda toda la masa. |
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Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea. |
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Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. |
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¡Ojalá se mutilasen los que os perturban! |
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Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. |
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Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. |
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Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. |
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Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. |
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Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. |
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Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. |
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Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, |
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idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, |
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envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. |
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Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, |
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mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. |
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Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. |
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Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. |
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No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros. |