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¿No clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia? |
| 2 |
En las alturas junto al camino, A las encrucijadas de las veredas se para; |
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En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, A la entrada de las puertas da voces: |
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Oh hombres, a vosotros clamo; Dirijo mi voz a los hijos de los hombres. |
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Entended, oh simples, discreción; Y vosotros, necios, entrad en cordura. |
| 6 |
Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas. |
| 7 |
Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios. |
| 8 |
Justas son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida. |
| 9 |
Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría. |
| 10 |
Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido. |
| 11 |
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. |
| 12 |
Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos. |
| 13 |
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. |
| 14 |
Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder. |
| 15 |
Por mí reinan los reyes, Y los príncipes determinan justicia. |
| 16 |
Por mí dominan los príncipes, Y todos los gobernadores juzgan la tierra. |
| 17 |
Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan. |
| 18 |
Las riquezas y la honra están conmigo; Riquezas duraderas, y justicia. |
| 19 |
Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida. |
| 20 |
Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio, |
| 21 |
Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros. |
| 22 |
Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras. |
| 23 |
Eternamente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra. |
| 24 |
Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. |
| 25 |
Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrada; |
| 26 |
No había aún hecho la tierra, ni los campos, Ni el principio del polvo del mundo. |
| 27 |
Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; |
| 28 |
Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo; |
| 29 |
Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra, |
| 30 |
Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo. |
| 31 |
Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres. |
| 32 |
Ahora, pues, hijos, oídme, Y bienaventurados los que guardan mis caminos. |
| 33 |
Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis. |
| 34 |
Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. |
| 35 |
Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. |
| 36 |
Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte. |