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[Al músico principal. Salmo de David.] Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; Guarda mi vida del temor del enemigo. |
| 2 |
Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen iniquidad, |
| 3 |
Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra amarga, |
| 4 |
Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no temen. |
| 5 |
Obstinados en su inicuo designio, Tratan de esconder los lazos, Y dicen: ¿Quién los ha de ver? |
| 6 |
Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo. |
| 7 |
Mas Dios los herirá con saeta; De repente serán sus plagas. |
| 8 |
Sus propias lenguas los harán caer; Se espantarán todos los que los vean. |
| 9 |
Entonces temerán todos los hombres, Y anunciarán la obra de Dios, Y entenderán sus hechos. |
| 10 |
Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él; Y se gloriarán todos los rectos de corazón. |