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[Al músico principal. Salmo de David.] Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. |
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Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. |
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No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. |
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Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; |
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Y éste, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. |
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De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor. |
| 7 |
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. |
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Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. |
| 9 |
El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. |
| 10 |
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. |
| 11 |
Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. |
| 12 |
¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. |
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Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. |
| 14 |
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. |